La pantalla era un bar. Pero puertas adentro había un oscuro entramado de drogas, alcohol y trata de personas. Stavros está ubicado en pleno barrio porteño de Recoleta, en Vicente López al 2200, a tres cuadras del Ministerio de Seguridad.
Esa propiedad que en su vidriera se promocionaba como bar y confitería, en verdad ofrecía servicios sexuales. Fue clausurado a partir de una denuncia de una víctima.
La modalidad era sencilla. Se camuflan como bares o boliches, pero en verdad el principal negocio es la prostitución. El principal implicado es Gabriel Nicolás Athanassopoulos, un hombre que responde al apodo de “El Griego” y que fue procesado junto a su esposa, que era su cómplice, según informó el diario La Nación.
La causa la entiende el juez federal Sebastián Casanello. Si bien salió a la luz por la denuncia de una víctima y su madre, desde 2012 que Stavros es señalado como una suerte de “maxikiosco de la mafia”.
En 2012 hubo una marcha para reclamar la clausura. Era señalado como "narcoprostíbulo".
La mayoría de las chicas que luego terminan siendo sometidas sexualmente llegan allí por avisos de trabajo. En los diarios las buscan como empleadas administrativas, coperas o de limpieza. Todo ocurre a metros del Ministerio de Seguridad, que hoy conduce Patricia Bullrich. Pero la modalidad no es nueva. Antes, operaban con total tranquilidad cuando la ministra era María Cecilia Rodríguez.
No es el único de la zona. Este era uno de los últimos. Pero a metros estaba ubicado Madaho's, que fue clausurado en 2013. La primera denuncia fue realizada por la ONG La Alameda un año antes, en 2012. Ahora, aseguran a BigBang que otros de los prostíbulos VIP de la zona eran Toreto y Sodoma.
Según explicaron desde la ONG, las jóvenes son contratadas como coperas, administrativas, empleadas de limpieza o bailarinas. “El cliente toma tragos, y después se hacen “pases”, sometimiento sexual. Se hace en albergues transitorios de la zona, y hay algunos lugares donde se puede hacer ahí mismo”, señalaron.
El horario de trabajo era de 20 a 4 de la madrugada, y en un principio las jóvenes que trabajaban allí cobraban apenas $150 por día, sin francos establecidos y obligadas a utilizar poca ropa. “¿Qué preferís? ¿Ganar $5.000 por día o $5.000 por mes?”, le dijo el dueño a una de las víctimas.
Stavros cambió de nombre en varias ocasiones. Athanassopoulos sería el dueño desde hace diez años. Así, pretendían huir de las denuncias e investigaciones que pudieran surgir. Cambiaban la razón social y el nombre del bar para evitar ser individualizados.
Ahora salió a la luz por la denuncia de una madre y su hija, que relataron que en un principio fueron contratadas como mozas y luego les propusieron “ganar más plata” a partir de servicios sexuales.
Años atrás, otra de las marchas para reclamar la clausura de Stavros, en Recoleta.
Incluso, según relataron, les prometieron “buscar chicos lindos”. Por ahora, Stavros se encuentra clausurado. Desde la ONG que hizo la primera denuncia cuestionan a la Agencia Gubernamental de Control del gobierno de la Ciudad por haber hecho “oídos sordos” ante las denuncias. Además, apuntan contra las comisarías de la zona: allí se encuentran la 17 y la 19.
Una investigación en la que trabajó la fiscal Viviana Fein en 2013 reveló que en la ciudad existen 1.257 prostíbulos VIP. Muchos operan con la pantalla de un bar, pub o confitería, pero otros lo hacen como “privados”, en departamentos, obviamente sin ningún tipo de habilitación. Allí, hay un coctail explosivo: alcohol, drogas y trata de personas. Por eso es que se definen como auténticos “maxikioscos de la mafia”.
Madaho's, otro de los "prostíbulos VIP" señalados en la denuncia de la ONG La Alameda.
Un dato curioso: Stavros es el nombre de una película pornográfica, del guionista Mario Salieri, filmada en 1999. Stavros, además, es un nombre utilizado por los hombres más poderosos de Grecia.