"Cuando llegué a mi trabajo, fui a poner la huella y no me dejaba. Le dije al guardia de seguridad que buscara a alguien para ayudarme, y vino una chica de recursos humanos que no sabía cómo decirme que me habían despedido", contó sin vueltas Javier Palmas a BigBang. Su voz suena firme porque está seguro de lo que dice, pero su tono también es triste: revela una verdad que pocos saben pero que, lamentablemente, afecta a los 300 trabajadores que fueron despedidos en los últimos tres años y medio de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno.
Según él y el resto de sus compañeros, la directora de la institución, Elsa Barber, quien trabaja en el organismo desde casi 15 años, comenzó a fines del 2016 un proceso de despidos "por goteo", el cual consiste en desafectar trabajadores de la biblioteca de forma paulatina, para que no se note el drama que se vive.
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En un comunicado oficial que dieron a conocer los empleados despedidos, explicaron que actualmente la Biblioteca Nacional se encuentra "en un proceso de vaciamiento cultural", ya que en los últimos años se suprimieron los programas culturales y las actividades artísticas en el Auditorio Jorge Luis Borges, se cerró el Museo del Libro y de la Lengua, se clausuró la impresión gráfica de ediciones, publicaciones y facsímiles propias y está en situación de riesgo el archivo, ya que no funcionan los sistemas de climatización y humidificación.Sin embargo, esto no es todo, porque sólo en el 2016 se despidieron 100 personas que desarrollaban diferentes tareas y funciones dentro del lugar. La situación siguió igual en el 2017 y el 2018, y ahora, a principios de mayo, ocho nuevos trabajadores se quedaron afuera de su puesto.
Según explicaron a este portal un grupo de personas desafectadas, la mayoría de los despidos fueron sin aviso, como le pasó a Javier Palmas el 1° de mayo pasado, y como ahora le sucede a Amalia Chaparro, quien es madre de un hijo discapacitado y se encuentra en coma luego de haber sufrido un accidente laboral un año atrás. Aunque sus compañeros se enteraron de la terrible noticia porque a ella sí le enviaron el telegrama de despido, lo cierto es que la mujer se encuentra internada y en coma, por lo que la situación aún es mucho peor.
De igual modo, en el 2016 Esteban Latorre falleció tras un sufrir un infarto luego de recibir el telegrama de despido. La mayoría de los que quedaron sin trabajo en el último periodo, desarrollaron tareas en la biblioteca durante ocho o incluso 10 años.
"Mientras despiden trabajadores y falta papel higiénico de los pocos baños habilitados, que se gaste $ 4.700.000 anuales en el mantenimiento del software de la institución, habiendo software libres para disponer es austeridad, vacimiento y corrupción", aseguraron en el documento redactado por trabajadores, despedidos y dirigentes de ATE. Lo que indican en este comunicado, es que la directora de la biblioteca contrató al sistema Aleph, el cual clasifica a los textos por autor, por una suma de más de $4.000.000, cuando en realidad existen servicios que prestan las mismas funciones, y son gratuitos.
Javier Palmas se desempeñó durante 10 años en la administración de la institución, y según él, su despido se debe a que se postuló como candidato de una lista opositora de la junta interna de ATE (Asociación de Trabajadores del Estado). Aunque perdió en diciembre pasado y no consiguió el lugar que esperaba, cree que en represalía, las autoridades de la Biblioteca lo echaron sin motivos.
"Nosotros no somos ñoquis, no es que no vamos a trabajar, vamos todos los días, y no tienen un solo argumento para despedirnos. Yo estoy en la parte de hemeroteca, y a la vez, uno se pone en una posición de solidaridad con los compañeros y quiere defenderlos. Desde diciembre a ahora, a cinco candidatos con fueros gremiales, los han despedido sin ningún tipo de argumento", explicó también a BigBang Esteban, quien igual que Javier, fue despedido el 1° de mayo que pasó.
Para visibilizar la situación, mañana los trabajadores despedidos se concentrarán en la puerta de la Biblioteca Nacional, y como símbolo de su lucha, se encadenarán para pedir que los reincorporen nuevamente a sus puestos.