28 Marzo de 2025 14:21

El terrible sismo que golpeó a Myanmar y parte de Tailandia durante el mediodía de este viernes, el cual marcó un 7,7 en la escala de Richter y ocasionó más de 150 muertos y casi mil heridos, dejó un tendal de imágenes impactantes y conmovedoras de este terrible desastre natural. Desde edificios caídos y cataratas del agua de las piletas de los rascacielos más lujosos de la región, a puentes colapsados y construcciones históricas dañadas.
La caída del edificio en construcción en Bangkok fue probablemente la postal más fuerte y viralizada de esta mañana. El gobernador de la capital de Tailandia, Chadchart Sittipunt, anunció que todavía buscan a 81 obreros de la construcción que están atrapados, reconoció tres muertos en el lugar e intentó llevar la calma la población. En el anunció también advirtió de las probables réplicas como la que hubo de acuerdo a los datos del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) de 6,4 en la escala de Richter.
En el área metropolitana de esa ciudad, la cual está habitada por 17 millones de personas, fue donde se originaron las imágenes de las cataratas de agua cayendo desde las cimas de los edificios más lujosos. Estas se viralizaron tanto desde arriba de los lugares como desde abajo, con una perspectiva más impresionante aún.
El epicentro del terremoto fue a 10 kilómetros de profundidad y a 17,2 de Mandalay, la segunda ciudad más importante de Myanmar, con 1,5 millones de habitantes. Allí quedó dañado el palacio real, una importante estructura histórica de ese país, de acuerdo a diversos videos que pudieron ver en redes sociales.
"Salimos corriendo de casa cuando todo empezó a temblar. Vi cómo se derrumbaba un edificio de cinco plantas delante de mis ojos. Todo el mundo en mi ciudad está en la calle y nadie se atreve a volver al interior de los edificios", describió un vecino de Mandalay a la agencia Reuters.
Las escenas del colapso vehicular por el terremoto también se hicieron eco en las redes sociales. Allí se vieron también imágenes aéreas de grandes mareas humanas que debieron volver a sus hogares a pie, porque dejaron de funcionar todas las alternativas de transporte público.
Al sudoeste de Mandalay, en la región de Sagaing, se vio otra de las postales más impactantes del terremoto. La caída de un puente de 90 años de antigüedad, que colapsó y se fracturó en muchas partes. También se vio terriblemente dañada la ruta que conecta a esa ciudad con la otra más poblada del país, Yangon. Al mismo tiempo, la capital nacional, Naipyidó, registró daños en edificios históricos religiosos del país de mayoría budista.
Lo más difícil del sismo que golpeó a la zona es la situación política y militar que se encuentra. Myanmar atraviesa una guerra civil desde 2021, cuando comenzaron las rebeliones contra el gobierno militar de facto que había tomado el poder en febrero de ese año. Esta realidad afecta de forma primaria a la logística para que la ayuda llegue a todos los lugares del país. A su vez, con treguas y distintas instancias, el conflicto bélico data de 1948, por lo que no es la primera vez que la paz se alcanza de forma provisoria a partir de un desastre natural.