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Efecto selfie: presentan un proyecto para cuidar a los delfines

El 16 de febrero pasado, un delfín Franciscana murió luego de que un grupo de turistas lo sacaran del agua para tomarse una foto. Se registraron otros 23 casos similares. Un diputado de Cambiemos impulsa un proyecto de ley para preservar la especie.

08 Marzo de 2016 07:19
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Un grupo de personas sostenía a un delfín en la orilla del mar para sacarse una selfie con él. Ocurrió en Santa Teresita y el episodio, que le costó la vida al mamífero, dio que hablar en todo el mundo y produjo repudio, escándalo y un llamado a la reflexión. A partir de la triste repercusión mundial que tuvo el hecho, un diputado de Cambiemos presentó ayer en la Legislatura bonaerense un proyecto de ley para proteger a la especie, que consiste en declarar “monumento natural” al delfín Franciscana que llega a la costa bonaerense.

Todos peleaban por tocar al animal, que ya se encontraba sin vida.

La iniciativa fue presentada por Guillermo Castello,  quien propone solicitar al Poder Ejecutivo bonaerense que diseñe “un plan de preservación de la especie” e inicie gestiones urgentes “para concientizar sobre la situación crítica de delfín”.

“Cada año mueren en la costa bonaerense entre 500 y 800 ejemplares de Delfín Franciscana, muchos de los cuales presentan marcas en la piel que pueden deberse a que quedan atrapados en redes de pesca. En este momento sólo quedan vivos 40.000 de ellos”, expresó el legislador.

El delfín quedó sin vida en la orilla de la costa.

“La Constitución de la Provincia de Buenos Aires asegura políticas de conservación y resguardo de la flora y la fauna, por lo cual es indelegable el rol de protección que debe ejercer el Estado en casos como este, en que una especie animal corre serios riesgos de extinción y su tasa de mortalidad es alta”, señaló Castello. El delfín Franciscana, también conocido como delfín del Río La Plata, es uno de los más raros en América del Sur, y habita la costa atlántica de la provincia de Buenos Aires.

Luego de que la triste historia de la selfie con el delfín saliera de las primeras planas, siguieron muriendo otros de la misma especie. Esta vez la culpa no la tuvo la estupidez turística sino la industria de la pesca. Según la fundación Mundo Marino, la semana pasada murieron otros 23 delfines: en sus lomos podían observarse las marcas de redes de pescadores.