por Daniel Riera
28 Junio de 2017 12:28Las organizaciones que defienden los derechos de la comunidad LGBT y Amnistía internacional cuestionaron duramente el proyecto de ley denominado "de libertad religiosa" y elaborado por la Secretaría de Culto.
Es que, en su artículo 7°, el proyecto establece que “toda persona tiene derecho a invocar un deber religioso relevante o una convicción o moral sustancial como razón para negarse a cumplir una obligación jurídica”. Lo que temen es que el proyecto sea utilizado por jueces ultracatólicos para no casar a personas del mismo sexo. En otras palabras, que se convierta en una especie de "2X1" del matrimonio igualitario.
La directora ejecutiva en la Argentina de Amnistía Internacional, Mariana Belski, remitió una carta al presidente Mauricio Macri, con copia a varios funcionarios, entre ellos el Jefe de Gabinete Marcos Peña y el Ministro de Justicia y Derechos Humanos, Germán Garavano.
"Esta norma, lejos de obtener el resultado que comunica -el de dar libertad para los religiosos- es una ley para permitir a quienes profesan una religión, imponerla por sobre el resto", advierte. Entre los ejemplos que Belski cita en su carta, menciona: "Un juez de paz o un registro civil podría negarse a casar a un matrimonio entre parejas del mismo sexo basándose en principios morales o religiosos, violando el derecho a la igualdad y no discriminación de las personas".
Pero ese no es el único derecho civil que corre riesgo a partir de la aprobación de esta ley. En su carta, Belski también menciona la posibilidad de que un docente se niegue a enseñar la teoría de la evolución o a brindar Educación Sexual, o que una obra social se niegue a suministrar anticonceptivos.
César Cigliutti (izquierda), en el día de su boda con Marcelo Suntheim.
En diálogo con BigBang, el presidente de la Comunidad Homosexual Argentina, César Cigliutti, se manifestó "muy preocupado" ante la posibilidad de que la ley prospere. "Nos parece un gran paso atrás en lo social y cultural de la Argentina. El matrimonio igualitario fue justamente una avance en la separación de la iglesia y del Estado. Cuando fue el matrimonio igualitario hubo algunos funcionarios que no quisieron casar gente por su creencias religiosas. Lo que tienen que hacer es simplemente cumplir la ley. Además de ser una involución para nuestra comunidad, me resulta muy peligroso como conciencia para la sociedad que se ponga un ámbito religioso por encima de una sociedad. Una cosa es que las religiones se expresen en los lugares que se tienen que expresar como iglesias, templos y demás, y otra cosa es que un país sea considerado como un templo".
-¿Cree que corre peligro de este modo el matrimonio igualitario?
-Bueno, eso es lo que nosotros no queremos. Están quitando derechos a nuestra comunidad. Nuestra ley de Matrimonio Igualitario costó mucha lucha y se llegó a ella luego de un gran debate nacional como para ponerle condicionantes. Yo cuando voy a un registro civil no tengo porqué depender de la concepción religiosa de un empleado, porque lo que haría sería avalar la discriminación. Nosotros creemos en una sociedad basada en la diversidad, con una separación de la iglesia y del Estado. Lo que hace esta ley es romper esa diversidad. Estamos en una democracia, no queremos una teocracia. Esta ley atrasa siglos. No años: siglos.