Más del 40 % de los infractores en la Capital Federal no abonaron sus multas en los últimos 4 años. Así se desprende de un análisis que BigBang realizó del total de actas de transito del período 2012-2016.
El 41 por ciento de las multas en la Ciudad están pendientes de resolución.
En total, en esos años se registraron 13.467.400 infracciones, de las cuales 5.651.447 aún están “pendientes de resolución”, es decir no fueron abonadas. Así, el 41, 96 % de los multados optaron por no hacer frente a las actas.
Ante esta situación, el 15 de diciembre la Legislatura porteña sancionó una modificación a la ley 451, en la cual se estableció que una infracción prescribirá a los cinco años, y no a los dos, como hasta ahora.
Así, una multa tendrá una vigencia igual que la licencia de conducir, por lo que para renovarla, los conductores se verán obligados a abonar sus actas. Es que el certificado de libre deuda de faltas que extiende la Dirección General de Administración de Infracciones es uno de los requisitos fundamentales para la renovación del registro.
Actas de tránsito, en el período 2012 - 2016.
De acuerdo a las estadísticas a las que accedió BigBang, el número de infracciones pendientes de resolución aumentó considerablemente en los últimos años. En 2012, unas 454.907 multas no se abonaron, y el número crece. En 2013, la cifra alcanzó las 684.415, mientras que en 2014 trepó a 890.210. El año pasado, la cifra se disparó y superó la línea del millón de multas inconclusas: 1.441.507.
Lejos de frenarse, la tendencia aumentó casi un 40 por ciento en el primer año de Horacio Rodríguez Larreta como jefe de Gobierno porteño, en el que se registraron 2.180.408 multas pendientes de resolución. Números preocupantes.
El número de infractores aumentó considerablemente en 2016.
Los motivos, diversos, encuentran sus razones en factores económicos, o en el hecho de que hasta ahora muchos conductores dejaban prescribir las multas al cabo de dos años. Tras las modificaciones de la ley, se busca que la situación se revierta.
En ese sentido, el subsecretario de Justicia de la ciudad de Buenos Aires, Jorge Enríquez destacó que “es necesario que quien comete una falta reciba ?la correspondiente sanción".? Y sobre la extensión de los plazos de prescripción del acto, explicó: “El plazo de dos años era muy breve y conspiraba contra ese propósito”.
Los conductores que decidan prolongar el pago de una multa tendrán intereses, que tendrán variaciones dependiente del atraso de pago y el tipo de infracción. La medida sancionada en la Legislatura busca activar este nutrido grupo de morosos y, a la vez, oxigenar las arcas porteñas.