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El agresivo código de reserva de avión de un periodista de BigBang

A veces el azar nos juega bromas. Le ocurrió a un periodista cuando intentó comprar un pasaje de avión. La historia.

27 Julio de 2016 10:07
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Le puede pasar a cualquiera. Le pasó a un periodista de BigBang. ¿Le pasó al autor de esta nota? Puede ser. Uno se quiere ir de viaje y entonces elige el destino, el horario  compra un pasaje de avión. Todo a través de Internet. Entonces recibe un correo electrónico confirmando su compra. Junto con la confirmación de la compra llega el e-ticket, o ticket electrónico, con su correspondiente código de reserva. Ese código tiene seis letras: en este caso tocaron, en rigurosa mayúscula imprenta, a ver...  PUTOKF   Esteee...

El curioso código de reserva que le tocó en suerte a un periodista de Big Bang.

¿Cómo "PUTOKF"? ¿Es una broma de mal gusto? Y en todo caso, ¿qué quiere decir "KF"? ¿Por qué no un KJHUFT, o un YJHMNO, o un EFDRTA, impersonales, asépticos, respetuosos? ¿Cómo PUTOKF? ¿Quién hizo los códigos de reserva? ¿Algún gracioso? Alguien tiene que explicar esto. Alguien de Despegar.Com , que esa es la empresa que expidió el código de reserva. 

"Los programadores no son de habla hispana y para ellos esa palabra no significa nada

Carlos Álvarez es el Gerente de Tecnología de la empresa. Y, por las dudas, abre el paraguas. "Ese código de reserva está originado en la compañía aérea", aclara. "Los códigos de reserva se hacen con un algoritmo, que lógicamente se programa antes. Cuando nosotros programamos, tratamos de evitar que se formen palabras que puedan resultar ofensivas o graciosas. Seguramente, la compañía aérea tomó la misma precaución, sólo que los programadores (que generalmente son Sabre o Amadeus) no son de habla hispana y por lo tanto para ellos esa palabra no significa nada".

Aviones y sus códigos de reserva, un eje polémico.

¿Podría preverse que ocurra algo así, aún trabajando para un país de idioma distinto al de la compañía de origen? Álvarez cree que no del todo, pero que una buena manera de prevenir o al menos disminuir este tipo de accidentes podría ser, por ejemplo, trabajar con menos letras de las que componen el abecedario. "Nosotros usamos nada más que de la A a la F, y eso reduce, aunque no elimina, la posibilidad de que se formen palabras", explica. 

Un algoritmo, claro. Ahora la culpa la tienen los algoritmos...  Queda de recuerdo, entonces, un e-ticket que el pasajero, este periodista, recordará cada vez que reserve un pasaje.