Con la confirmación de que el submarino ARA San Juan fue golpeado por un "evento anómalo, corto, violento y no nuclear, consistente con una explosión", esta podría convertirse en una de las tragedias navales argentinas más grandes de la historia.
Por ahora, todo indica que al ARA San Juan fue víctima de una explosión.
Por ahora, el destino de los 44 tripulantes es incierto y el vocero de la Armada, Enrique Balbi, se negó a confirmar fatalidades. "Hasta tanto no haya una certeza, la búsqueda continúa con todos los medios", señaló.
Pero a medida que avanzan las horas, el temor de que los marinos del ARA San Juan hayan encontrado el destino de otros malogrados camaradas es cada vez más fuerte.
El trágico destino del Fournier
La catástrofe naval más conmocionante de la historia reciente argentina fue, sin dudas, el hundimiento del rastreador ARA Fournier, ocurrido en 1949.
Todos los tripulantes del Fournier murieron en el naufragio.
Con misiones de patrulla, vigilancia y control de caza y pesca marítima, el barco navegaba por los canales de Tierra del Fuego cuando desapareció. Luego de más de 10 días sin novedades, comenzaron a hallarse restos del naufragio y cadáveres.
Sólo nueve de los 76 cuerpos pudieron ser rescatados y el esqueleto del Fournier aún yace en el fondo del estrecho de Magallanes junto a 67 de sus hombres.
El Guaraní, víctima de la naturaleza
Nueve años después, otro barco de la Armada Argentina, el buque de salvamento Guaraní, naufragó en aguas del archipiélago de Tierra del Fuego.
Recorte de prensa sobre la búsqueda del ARA Guaraní.
Con 38 personas a bordo, fue víctima de una fuerte tormenta que terminó hundiéndolo. Durante cinco años, y por disposición de la secretaría de Estado de Marina, todo barco que pasara por la zona del accidente debía rendir honores con formación y toque de trompeta a los marinos del Guaraní.