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El Arzobispo Zecca cree que Argentina cambió para peor

En la catedral de Tucumán el arzobispo Alfredo Zecca tuvo duras criticas a la actualidad de la vida en el país. No estuvo la Presidenta pero si el gobernador de Tucuman, José Alperovich, y el candidato a sucederlo, Juan Manzur.

09 Julio de 2015 12:16
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En el Tedeum celebrado este mediodía en Tucumán el arzobispo de esa provincia, monseñor Alfredo Zecca, señaló desde el púlpito que la Argentina "ha cambiado para peor", al calificar de "inaceptables" los protocolos de aborto y de fertilización asistida, y advirtió que hay proyectos curriculares que "violan la libertad de enseñanza".

Zecca realizó una serie de duras críticas porque "Argentina y el mundo, occidente en particular, han cambiado, pero, desgraciadamente, para peor", dijo, al hablar delante del gobernador José Alperovich y el candidato a sucederlo, Juan Manzur.

En un listado de cuestionamientos, el arzobispo enumeró que "se está intentando imponer protocolos de aborto y de fertilización asistida absolutamente inaceptables porque violan el elemental derecho a la vida y a seguir la propia conciencia". 

Alfredo Zecca, es al mayor autoridad eclesiástica 

"En el ámbito educativo, también se avanzan proyectos curriculares que, además de no respetar el derecho natural, violan la libertad de enseñanza y el derecho de los padres de elegir la educación que quieren para sus hijos, y esto, violando la Constitución Nacional, la Constitución Provincial y las leyes vigentes, por lo que la Iglesia ve amenazado su derecho de enseñar", aseguró.

Asimismo, el prelado opinó que en el país "se sancionan leyes de dudosa legitimidad jurídica, basadas en un positivismo inaceptable; se articulan políticas públicas que ignoran elementales derechos humanos; se ataca impunemente a la Iglesia y se vulneran sus derechos y, hasta en algunos medios de comunicación social, se la agrede injustamente, ridiculizando valores religiosos y a quienes los profesan".

Si bien reconoció que "no se persigue abiertamente" a los creyentes, "se intimida, no se respeta el derecho de actuar conforme a la propia conciencia y, con ello mismo, se va creando un ambiente de temor en el que ya no es posible confesar abiertamente la fe y actuar en consecuencia".

Ante esto, marcó la contradicción, al señalar que esto se produce "en una sociedad que se dice democrática y pluralista".

Zecca con Alperovich.

Zecca reprobó la posibilidad de que la Iglesia quede "encerrada en la sacristía, ocupada sólo de asuntos subjetivos, espirituales e individuales, y desentendida de la proyección de los principios evangélicos a la realidad social en medio de la cual debe prestar su servicio" porque significaría que no cumple "con la misión que Jesús le encomendó".

"Las cosas han cambiado notablemente y ya no son los valores emanados de la fe judeocristiana y del derecho natural los que rigen la sociedad", porque "la cultura ha cambiado", se quejó. Pero aseguró que "la Iglesia también ha cambiado. Hoy vivimos en una sociedad pluralista y democrática que debemos agradecer, en la cual la Iglesia no ocupa el lugar de otrora".

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