Los amantes de los juegos y apuestas en Argentina derramaron algunas lágrimas a principio de mes luego de que Lotería Nacional terminó de disolverse. La resolución se publicó en el Boletín Oficial en 3 de abril. Allí se remarcó la última transferencia de dinero a las arcas del ministerio de Desarrollo Social.
El cierre de Lotería Nacional pasó a ser un hecho trascendente porque se trató de la primera sociedad de Estado que se disolvió. ¿Por qué sucedió esto? El lector puede llegar a pensar que se trató de una política de ajuste por parte de la administración del presidente Mauricio Macri. Sin embargo, en este caso tuvo que ver con la transferencia de competencias.
En 2016 el presidente y el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, firmaron el decreto de inicio de traspaso del control del juego a la Ciudad. La principal labor de Lotería Nacional era controlar la concesión del Casino Flotante y del Hipódromo más las agencias de quiniela que hay en la capital del país. Asimismo tenía varios de los juegos que estaban inscriptos en la Ciudad, como es el caso del Telekino o del Loto.
Salvo en ese entonces en la Ciudad, el resto de las provincias el juego era controlado por los ejecutivos provinciales. Desde el 10 diciembre de 2015 hasta mediados de 2017, Lotería Nacional tuvo que salir a mostrar sus balances y pagarle los dividendos correspondientes a la cartera de Desarrollo Social, que desde 2010 no se distribuían. Al menos dos de esos balances fueron enviados a la Unión de Información Financiera (UIF) por parte de la Auditoría General de la Nación por la sospecha de que se cometió un delito de lavado. Esos documentos son secretos hasta la fecha.
La Ciudad, por su parte, comenzó con la creación de Lotería de la Ciudad (LOTBA) que quedó bajo la órbita del ministerio de Economía y Finanzas porteño, a cargo de Martin Mura. Progresivamente comenzó a recibir las competencias de Lotería Nacional y por eso varios de los juegos tradicionales, como el Loto y el Quini, cambiaron sus nombres para mantenerlos.
En el proceso además se traspasó a casi todo el personal de Lotería Nacional. Si bien hubo incluso retiros voluntarios y se redujo la planta, esa transición se llevó sin problemas luego de algunas negociaciones entre UPCN y la sociedad del Estado.
Pero no todo fue color de rosa. El traspaso hizo que desapareciera para siempre el famoso PRODE. Es que la marca era propiedad intransferible de Lotería Nacional, que tenía un acuerdo con la AFA. Ante la imposibilidad de traspasarlo se decidió terminarlo definitivamente.