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El cambio de estrategia de los rugbiers que mataron a Fernando y por qué van por los testigos

Los 10 imputados permanecen detenidos en la cárcel de Dolores y ya recibieron la visita de sus familiares.

31 Enero de 2020 18:12
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Luego de haber sido trasladado este miércoles a la cárcel de Dolores, y de haber recibido también la visita de sus familiares, este viernes el abogado que representa a los 10 rugbiers detenidos por el crimen de Fernando Báez Sosa, confirmó que los jóvenes quieren ver los videos de la golpiza, que maneja hoy la fiscalía y que salieron en TV, para poder finalmente declarar lo antes posible.

Hasta ahora, todos se habían negado a hablar porque no habían tenido acceso a ese material, aunque sí prestaron colaboración para el desbloqueo de sus celulares y aportaron sus respectivas claves. A la espera del resultado de varias pericias, este viernes el letrado también adelantó que va a presentar recursos contra las declaraciones de los testigos, ya que encuentra contradicciones.

El abogado indicó que los testigos se contradicen, que no es consistente lo que cuentan y que según lo que dijeron los propios testigos, es imposible que desde ese angulo en el que supuestamente estaban ubicados, hayan podido ver bien todo.

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Aunque hasta ahora no había hablado, uno de los patovicas de Le Brique Gómez rompió el silencio y reveló que el conflicto entre la víctima y los rugbiers comenzó a las 4.30 de la madrugada "en medio de un pogo" y que la primera estrategia -apuntar a los que participaban de la pelea con punteros láser- fracasó."Entonces, un compañero se acercó para separarlos y fui también como apoyo. Al llegar, vi cómo al primero que sacaban era a Fernando, que se retiró sin causar problemas por la puerta de seguridad", relató Christian, quien rememoró que él se quedó en el lugar para "calmar" a los rugbiers. "Agarré a uno de ellos, que se llama Matías Benicelli. Pero, al soltarlo, enseguida salió a pegarle a otros dos pibes", detalló en una entrevista con El Trece.

Los celulares de los diez imputados por el homicidio de Báez Sosa fueron secuestrados el mismo día en el que fueron detenidos en la cabaña que alquilaban en Villa Gesell. Aunque en un primer momento se especuló con la posibilidad de que dos de ellos -de marca Apple- no iban a poder ser periciados, el fiscal general de Dolores confirmó que los diez imputados entregaron las claves. Tres nuevos testigos se presentaron de forma espontánea ante la fiscal de la causa para aportar datos. Sus declaraciones se sumaron a las de los amigos de Fernando, quienes además participaron de las rondas de reconocimiento que tuvieron lugar en la ciudad de Villa Gesell.

En primer lugar, el lunes fue el turno de un turista de 21 años que se encontraba en la puerta del boliche al momento de la golpiza. "Es un testigo privilegiado, de primera fila; narró el asesinato como algo feroz, con Fernando indefenso, sin poder parar los golpes", anticipó Fernando Burlando. En total, detalló cómo siete de los diez imputados participaron del ataque.

Además, en las últimas horas se sumaron dos nuevos testigos. Según trascendió, uno de ellos es un remisero que se encontraba en la zona y que habría identificado a un imputado más.

Los diez imputados fueron trasladados en la madrugada del miércoles al penal de Dolores. Hasta entonces, permanecieron detenidos en una comisaría en Pinamar. Fueron alojados todos en una misma celda ubicada en el pabellón 10 bis, alejados del resto de los reclusos y con custodia diferencial.  Días atrás se conoció otro video que mostraba cómo el personal de seguridad del local sacaba a los rugbiers a la calle por una puerta lateral, en el que Máximo Thomsen, imputado como coautor del crimen de Fernando, forcejeaba mientras lo retiraban del lugar. En las imágenes, tomadas por una cámara de seguridad dentro del lugar, se pudo ver cuando los jóvenes son echados por una puerta que da a la avenida 3, donde luego se desató el ataque al joven de 18 años.

Los 10 rugbiers recibieron este jueves la visita de sus familiares en la cárcel de Dolores. A la salida, el papá de Máximo Thomsen, uno de los jóvenes más complicados, reveló que su hijo no se acuerda de algunos detalles del hecho, mientras que además aclaró que el joven ya entregó la clave de su celular para que los peritos puedan revisarlo. "Mi hijo me dice que lo lamenta muchísimo y se pone a llorar. No sabía que Fernando estaba muerto", aclaró. El abogado de la familia de Fernando Báez Sosa, Fernando Burlando, apuntó con dureza contra los autores del crimen y los cómplices: "Los padres que van a visitar a estos tipos a la cárcel van a perder la vida antes de verlos en libertad".

El abogado fue entrevistado en el programa Terapia de Noticias en donde además manifestó que su intención será buscar que los jóvenes rugbiers sean condenados a cadena perpetua. "El resultado indica que sí son asesinos, pero no comunes. Son cobardes, cagones, gente que realmente merece morir en la cárcel con cadena perpetua", dijo. 

Una adolescente que presenció la golpiza que derivó en el crimen de Báez Sosa declaró ante la Justicia que el rugbier Máximo Thomsen, mientras agredía a la víctima, lo levantó del cuello y dijo que se lo iba “a llevar de trofeo”, tras lo cual lo arrastró “hacia un cantero, le pegó una patada en la boca y ya no hubo más reacción”Por su parte, la testigo también identificó a Ciro Pertossi (19) como uno de los dos principales agresores del estudiante de Derecho y dijo que junto a Thomsen (20), ambos imputados como coautores del homicidio, “le pisaban y pateaban la cabeza” a la víctima.

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