05 Octubre de 2016 18:36
El caso del sacerdote antinarco que apareció ahorcado en la iglesia Sagrado Corazón de La Florida, Tucumán, conmueve a la provincia y desata acusaciones y sospechas.
El cura Juan Viroche había denunciado el avance del narcotráfico en Tucumán y había sido amenazado en más de una oportunidad. Por eso, ya comenzaron los cuestionamientos contra el arzobispo de Tucumán, Alfredo Zecca, que no autorizó el traslado que había pedido el sacerdote de 46 años.
El sacerdote tucumano había recibido amenazas y había sido víctima de robos.
Hipótesis
Por ahora, las hipótesis sobre la muerte de Viroche están divididas. El fiscal de investigación Diego López Avila dijo que "todo indicaría que se trató de un suicidio", al asegurar que "no se hallaron signos de violencia" en el lugar donde fue encontrado el cadáver colgado del sacerdote.
"No había signos de violencia. Tenía una puerta que estaba cerrada y trabada por el lado de adentro con un mueble. Las otras aberturas que hay estaban todas cerradas desde adentro. Tampoco hay signos de que el cuerpo del sacerdote haya sido izado para simular un ahorcamiento", aseguró el fiscal en declaraciones al canal C5N.
Esta tarde en La Florida un grupo de vecinos que denuncia que el cura Viroche fue asesinado insultó al ayudante del fiscal López Ávila.
Fuentes de la Departamental Regional Este de la Policía de Tucumán informaron a la agencia DyN que Viroche fue encontrado ahorcado en la iglesia Sagrado Corazón, de la localidad tucumana de Ingenio La Florida, y aseguraron que se investiga si el párroco sufrió golpes en la zona dorsal.
El fiscal general de Tucumán Antonio Gustavo Gómez le dijo a BigBang que Viroche no se suicidó. "Tenía una trayectoria y un amor por la vida insuperable. Un hombre que defiende a los chicos más pobres contra el narcotráfico como él lo hacía no se suicida".
Gómez asegura el sacerdote apareció colgado con los costillares golpeados y sostiene que ese dato intenta ocultarse. Esa es la información que manejan entre los sacerdotes amigos de Viroche, algunos de los cuales integraban la organización "La Fazenda".
Además considera que en los casos de delitos vinculados al narcotrafico, hace falta implementar un plan de protección de testigos como el que funciona en los casos de delitos de lesa humanidad.
Juan Viroche trabajaba para rescatar a los jóvenes de las adicciones.
Fieles de la parroquia dijeron a la prensa que el sacerdote expresó estos días su preocupación por las amenazas de muerte que había recibido a raíz de sus denuncias contra bandas dedicadas a la venta de drogas en los barrios y aseguraron que por este motivo había pedido al arzobispado de Tucumán su traslado.
Pese a que las criticas apuntan hacia él, el arzobispo de Tucumán, monseñor Zecca, reclamó el pronto esclarecimiento de la muerte. Mañana habrá una primera marcha de Silencio.
Los vecinos de La Florida insultaron al fiscal y piden Justicia.
En noviembre de 2015 Viroche celebró una misa al aire libre en la localidad rural de Delfín Gallo, a 10 kilómetros de la capital provincial, para pedir por un pueblo sin drogas ni robos.
"Se ve que hay grandes operativos (policiales) en la zona del Gran San Miguel de Tucumán, pero el interior comienza a liberarse y (los delincuentes) empiezan a venir hacia acá", alertó en esa oportunidad.
El sacerdote responsabilizó por los hechos delictivos en la zona al avance del narcotráfico que "corrompe" a adolescentes y jóvenes de la zona.
Viroche había dicho a sus allegados que recibió amenazas de muerte y también dio a entender en su cuenta de Facebook que sufrió un atentado contra su vida meses atrás, cuando conducía su moto.