Pasaron 17 días desde que Gustavo Pastorizzo recibió la peor noticia: su hijo, Fernando, había sido asesinado de dos balazos. Horas más tarde, todavía en shock, se enteró del otro agravamente del caso. La novia de su hijo, Nahir Galarza, se había quebrado y confesado en la Comisaría haber sido la autora del crimen.
Gustavo junto a su hijo, Fernando.
Después de participar de las masivas marchas que tuvieron lugar en la ciudad de Gualeguaychú, el hombre le dedicó unas sentidas palabras desde su cuenta de Facebook: “De la cuna a la tumba es una escuela. Por eso, lo que llamás problemas, son lecciones”.
Los mensajes en los que Fernando denunció violencia de género: "Me cagó a palos"
“No perdiste a nadie: el que murió, simplemente se nos adelantó, porque allá vamos a estar todos. Además, lo mejor de él, el amor, sigue en tu corazón. No hay muerte, hay mudanza. Y del otro lado te espera gente maravillosa: Gandhi, Miguel Ángel, Whitman, San Agustín, la Madre Teresa, tu abuelo y mi madre; que creía que la pobreza está más cerca del amor, porque el dinero nos distrae con demasiadas cosas y nos aleja; porque nos hace desconfiados”, sumó.
Nahir permanece detenida tras confesar la autoría del homicidio.
Por último, se despidió con un mensaje esperanzador: “Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la Tierra es tan corto, que sufrir es una pérdida de tiempo. Tenemos que gozar de la nieve del invierno y las flores de la primavera; del chocolate de la Perusa, la baguette francesa, los tacos mexicanos, el vino chileno, los males y los ríos; el fútbol de los brasileños, las 'Mil y una noches', 'La divina comedia', 'El quijote', 'El Pedro Paramo' y los boleros de Manzanero”.