25 Octubre de 2017 08:00
"Soy una manzana podrida porque nadie quiere jugar conmigo, nadie me hablar y todos me maltratan. Quiero morir, no quiero vivir más así, mamá te voy a extrañar", así expresó su dolor Morena, una nena de 10 años víctima de bullying.
A puño y letra, Morena dejó expuestos sus sentimientos. Invadida por la depresión se encerró en el baño con un cuchillo. Estuvo un rato. Pensó muchas cosas. Quiso hacerse un corte definitivo, terminar con su vida. Su madre notó que algo no andaba bien. Insistió y lo logró entrar. La niña llegó a hacerse un corte pero no fue superficial. Sus padres la contuvieron e iniciaron un reclamo contra el colegio.
Morena tiene 10 años. La golpean, pellizcan y la ignoran.
Morena asiste a la Escuela N°82 de Neuquén. Pero ya no puede regresar al establecimiento. Y su futuro es un misterio. Ante esta problemática los padres decidieron pedir ayuda a las autoridades de la escuela pero no fueron escuchados.
"La vicedirectora no le da la tarea cuando falta porque se siente mal o angustiada por la situación. Los compañeros la agraden y los profesores no hacen nada. Todo esto comenzó con la maestra de matemática, que dijo que la nena sufría una discapacidad, la llevamos al neurólogo y negaron esto”, relató Walter, el padre de la niña.
"Tuvimos una entrevista con la supervisora, fuimos a los derechos del niño, para que nos ayuden, hicieron un test psicológicos para la nena y la madre. Nadie nos da respuestas", sumó.
La escuela a la que asiste Morena.
"Nos dijo que las autoridades no tienen más nada que hablar con nosotros y que no la llevemos a clases
En un nuevo intento de hablar con la directora, el portero del colegio le negó la entrada. "Nos dijo que las autoridades no tienen más nada que hablar con nosotros y que no la llevemos a clases. Se creen que la escuela pública es de ellos", sostuvo.
Según detalló, los compañeros de su hija arrancaron las hojas de su carpeta, la patearon y la pellizcaron. Todo ese maltrato la llevó a dejarle la nota a la madre. Tiene 10 años, no puede tener esas cosas en la cabeza. Tiene que ser feliz", dijo apenado.
Como si fuera poco, la niña fue cuestionada por una docente. La maestra de matemática dijo que Morena debía ser controlada, porque es discapacitada. Nada tiene que ver, si así lo fuera, con que sea maltratada. "Nadie se hace cargo, los docentes no están a la altura de lo que está pasando", concluyó Walter.