Como si fuera una fiesta. Así se vivió anoche la “recepción” de Cristina Fernández de Kirchner en Juncal y Uruguay, pleno barrio porteño de Recoleta, donde la ex presidenta tiene su exclusivo piso. Pero después de los festejos, hay que pagar los platos rotos. Y esta vez le tocó al diariero de la esquina, quien se lamentó porque los militantes se treparon a su puesto, saltaron encima y provocaron destrozos.
"Hicieron sus necesidades en el techo, tuve que limpiar y baldear, cuando yo llegué no había gente, me dijeron que se fueron alrededor de la 1:30 de la madrugada
Los militantes de La Campora afirman esperar al menos 2000 personas pic.twitter.com/GIQrx0i6CI
- Domitila (@domidellacha)
"Cuando vine a las cinco de la mañana me encontré con toda la vereda sucia. Papeles pegados en la parte de afuera del kiosco que decían 'Macri chorro', botellas de cerveza. Me rompieron todo el techo
Sigue llegando gente con bombos y banderas para esperar a @CFKArgentina pic.twitter.com/lXULPi7BBE
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Las postales del día siguiente aún muestran las marcas de lo que pasó anoche. El regreso de la ex presidenta a la Ciudad de Buenos Aires, debido a que tiene que prestarse a declaración indagatoria ante el juez Claudio Bonadio, se vivió como una fiesta: primero en Aeroparque y después en las puertas de su casa en Recoleta.
"Se subieron al kiosco y me rompieron todo el techo, el problema fue cuando salió ella a saludar, porque querían ver mejor y empezaron a saltar
Así amaneció hoy la puerta de la casa de Cristina Fernández de Kirchner en Recoleta.
Uno de los que peor la pasó fue el diariero de la zona donde vive Cristina. En diálogo con BigBang, relató que cuando llegó a las cinco de la madrugada, se encontró con la vereda sucia y papeles pegados en su kiosco que decían “Macri chorro”. “Se subieron al kiosco y me rompieron todo el techo, el problema fue cuando salió ella a saludar, porque querían ver mejor y empezaron a saltar”, lamentó.
Además, criticó que después de la “fiesta” no se preocuparan por limpiar la zona. Y contó que una de las situaciones desagradables que vivió cuando llegó a su puesto de trabajo fue al encontrarse con que muchas personas hicieron sus necesidades en las puertas de su kiosco: “Me hicieron necesidades, tuve que limpiar y baldear, cuando yo llegué no había gente, me dijeron que se fueron alrededor de la 1:30 de la madrugada”, relató.
Esta mañana, algunos militantes aún permanecían en las puertas de la vivienda de CFK.
"Cuando vine a las cinco de la mañana me encontré con toda la vereda sucia. Papeles pegados en la parte de afuera del kiosco que decían 'Macri chorro', botellas de cerveza. Me rompieron todo el techo", sumó con malestar.
En las puertas de la vivienda de la ex presidenta se concentraron más de 300 personas: aunque el grueso de la “recepción” fue en Aeroparque, donde se acercaron miles de militantes a recibirla. El kirchnerismo se prepara con todo para la masiva concentración de mañana en las puertas de Comodoro Py para acompañar a Cristina en la declaración indagatoria frente a Bonadio.