04 Mayo de 2020 13:58
El miércoles 16 de octubre del año pasado, la fortuna había tocado a la puerta de Eduardo Martí. De manera sorpresiva, el empleado en los Tribunales cordobeses de Villa Dolores de 58 años, de tres hijas y tres nietos, se había hecho acreedor de 44 millones de pesos en el Quini 6 Tradicional. Todo era felicidad en la vida del hombre que tuvo que compartir su premio con una compañera de trabajo, quien contribuyó en el afortunado ticket.
Pero el destino o la vida misma volvió a golpear la puerta de la familia Martí, pero esta vez de una forma de la que nadie se imaginaba: Eduardo falleció el domingo, después de permanecer dos semanas internado en un hospital a causa de un ACV. La historia del empleado del poder judicial había comenzado con polémica, ya que su compañera de trabajo había asegurado que el monto del premio (33 millones descontando intereses) le correspondía a ella.
En aquella oportunidad, la combinación de números ganadora fue: 03, 10, 11, 20, 25 y 30. Y si bien la boleta era una, Eduardo aseguró en ese entonces que el premio lo iba a compartir con Victoria Castellano, la compañera de trabajo con la que jugó el afortunado ticket.
El premio era de 44.152.476,34. Descontados los impuestos, Eduardo y su compañera recibieron más de 15 millones de pesos cada uno. Y con su parte, Eduardo pensó -según contó en distintos medios cordobeses- en comprar un departamento para “que quede, para mí, para mis hijas".
Pero las cosas se volvieron tensas cuando Castellano salió a aclarar que, en realidad, los números sorteados los había elegido ella, desmintiendo los dichos de Eduardo, quien había sostenido que siempre jugaba los mismos números al Quini.
Según la versión de la mujer, ese día no pudo ir ella a apostar por sus obligaciones laborales, por lo que le pidió a Eduardo que jugara por ella. El hombre accedió, compró la boleta del Quini que le indicó Victoria y le dedicó algunos pesos al Loto.
Para no confundirlas, a la de su compañera le puso "nenas" y a la suya -la del Loto- la tildó como "Edu". ¿La razón de los particulares nombres? Los números 03, 10, 11, 20, 25 y 30 del Quini habían sido elegidos por las hijas de Victoria.
Pero Victoria -que había elegido los números del Quini y del Loto- le aclaró a Eduardo que si salía "Edu" el dinero se repartía, pero si salía "Nenas" el premio era completamente para ella y sus hijas. Algo que definitivamente no ocurrió y terminaron dividiendo la suma.
Finalmente, Victoria habló con sus hijas y entre ellas acordaron repartir el premio con el empleado en los Tribunales de Villa Dolores. Con escribano de por medio, Victoria recibió un depósito de 32 millones de pesos en su cuenta, cifra resultante del premio tras los descuentos impositivos.
De ese monto, la mitad exacta fue para Eduardo. Lo primero que hizo el cordobés al recibir la suma fue realizar una fiesta de celebración con sus familiares y amigos más cercanos, tal como lo había prometido
El propio Martí alquiló un salón, contrató el catering y a una banda de música llamada La Kura, compró las bebidas y festejó toda la noche: “Siempre jugaba y les decía a mis amigos que iba a hacer esto si ganaba, así que ahora estoy cumpliendo. Yo sí cumplo".