Más
Actualidad

El doble de Aníbal: el chofer de Uber que hizo reír al ex jefe de Gabinete

Se unió hace tres semanas a la flota de la empresa de transporte privado. Un contador de 30 años notó su parecido y lo hizo famoso en las redes. La historia del viaje.

25 Octubre de 2016 09:10
1552079599769

No era un viaje más para Guido, un contador de 30 años que el viernes decidió utilizar por primera vez el servicio Uber, la empresa de transporte privado que desembarcó hace siete meses en el país. Estaba en Caballito, tenía que juntarse a cenar con amigos en Palermo y se descargó la aplicación. Hasta ahí, nada le hacía pensar que sería el protagonista de la que en cuestión de segundos se convertiría en la gran anécdota de la noche.

Guido calificó su viaje con cinco estrellas: "Manejaba muy tranquilo y el auto estaba impecable".

Aníbal Fernando, su conductor asignado, confirmó el viaje pasadas las 22. Minutos más tarde, el chofer anunció su llegada y aguardó a bordo de su Nissan color gris. Guido, con la cabeza más puesta en su salida de viernes por la noche, se subió y tardó algunas cuadras en notar el parecido con el ex jefe de Gabinete de Cristina Kirchner.

El parecido es, cuanto menos, llamativo: el ex jefe de Gabinete es el de la derecha.

“El bigote 'anibalesco' me llamó la atención cuando subí, pero no comenté nada”, reconoció el joven contador en diálogo con BigBang, y confesó entre risas: “Me di cuenta más tarde y cuando después leí el nombre... estallé”.

Relajados, conductor y cliente aprovecharon las cincuenta cuadras del viaje para entablar lo que podría denominarse el típico temario aprobado por el “manual del tachero”. El clima, la inseguridad, el estado de las calles y alguna que otra noticia que comentaban desde la radio.

“Manejaba muy tranquilo y el auto lo tenía impecable”, destacó. “Le pregunté cómo le estaba yendo y me dijo que había empezado hacía sólo tres semanas, pero que estaba muy contento”, recordó.

¿Cómo le caerá a Aníbal la noticia? ¿Se animará a solicitar los servicios de su doble?

El vehículo, todavía impregnado con el olor característico de los modelos que llevan poco tiempo en la calle, no tenía ningún elemento distintivo. Al parecer, al doble de Aníbal no le gustan los peluches de perritos que mueven la cabeza al son de los baches porteños, la bola disco colgando del espejo retrovisor, ni las calcomanías en los vidrios.

“No tenía nada en especial. Pero el auto era nuevo, muy cómodo y limpio”, elogió Guido, quien, conforme con los servicios brindados por Fernando Aníbal, le entregó su tarjeta de crédito para abonar los $63.67 correspondientes al viaje de quince minutos y le tocó el timbre al anfitrión de la cena. “Cuando subí y les mostré la captura a mis amigos, pensaban que los estaba jodiendo. Pero después se cagaron de risa”.

El reclamo de los tacheros sigue, pese a que la Justicia declaró la "legalidad del servicio privado".

Pero el nexo con el conductor bigotudo no terminó esa noche. “Al día siguiente me llegó un mail advirtiéndome que no se pudo procesar el pago. Hay problemas con Uber y parece que le bloquearon los pagos de las tarjetas argentinas”, advirtió el contador, y anheló: “Espero que Fernando Aníbal haya cobrado el viaje igual”.

La reacción de Aníbal

El ex jefe de Gabinete de Cristina se enteró de la existencia de su doble gracias a BigBang. "Lo vi en su Twitter. Poooooooobre. Ja, ja, ja", fue la respuesta de Fernández.