El desborde histórico del Río Pilcomayo dejó al menos unos 20.000 damnificados tan sólo en la provincia de Salta. Tuvieron que dejar sus hogares o esperar a ser rescatados. En medio del desconsuelo, algunos comienzan con el operativo retorno.
El sábado el río Pilcomayo desbordó por encima de los 7 metros.
El Pilcomayo, que atraviesa las fronteras de Argentina, Bolivia y Paraguay creció el sábado pasado hasta los 7.28 metros, provocando una de las mayores emergencias en Salta, sólo comparables con el alud en la ciudad de Tartagal, aunque aquí no hubo que lamentar víctimas fatales.
El gobernador de Salta Juan Manuel Urtubey indicó que “fue la crecida más grande de la historia. Esta situación de las inundaciones no reconoce antecedentes, el pico más alto era de 5,30 y tuvo un pico de 7 metros".
Miles de esos damnificados se dieron en la localidad de Santa Victoria del Este y sus alrededores. Desde allí fueron evacuadas a refugios desde donde algunos comienzan a volver a lo que quedó de sus hogares, mientras otros continúan siendo atendidos por diversas dolencias.
Cristian Bolado, director de Respuesta a Emergencias y Desastres de Cruz Roja Argentina, explicó que están atendiendo principalmente casos de diarrea y deshidratación y que se están centrando en prevención de enfermedades y consumo de agua segura.
Otra de las tareas que se están realizando como medidas de prevención para quienes empiezan a volver a sus casas, es la fumigación y desinsectización de la zona, dado que la subida del río trae consigo todo tipo de alimañas que se meten dentro de las viviendas.
La comunidad Wichi se encontraba aislada en los montes.
Además, dentro de las comunidades evacuadas se encuentran muchos integrantes de la comunidad Wichi, que se encontraban aislados en los montes y requirieron de ayuda para ser rescatados y hacerse entender a través de un traductor.
Los evacuados son atendidos por diversas dolencias.
Pero no sólo Salta se encuentra en emergencia. Todas las provincias del norte argentino fronterizas con Bolivia, Paraguay y Brasil están bajo estado de alerta por las inundaciones ante la crecida de los ríos Bermejo, Paraná, Paraguay y Uruguay, entre otros.
La ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, se hizo presente en Salta para ayudar tanto en este momento crítico como en el acompañamiento de los pobladores de regreso a sus casas. Para ello, el gobierno nacional envió $ 10 millones para ayudar a la recuperación de la zona.