“Escuchen el grito de los pequeños pidiendo Justicia”. Esas fueron las palabras con las que el Papa Francisco inauguró la cumbre de líderes religiosos para enfrentar la crisis por los abusos sexuales en la Iglesia católica. El sumo pontífice inauguró así en la Sala Nueva del Sínodo el Encuentro sobre el Cuidado de los Menores, del que participan 190 religiosos de todo el mundo.
El Papa abrió el Encuentro sobre el Cuidado de los Menores.
Uno de los primeros y desgarradores testimonios fue el de un joven sudamericano que denunció haber sufrido abuso sexual por parte de un sacerdote. Se trata, según pudo identificar el diario La Nación, de Juan Carlos Cruz, el hombre que denunció haber sido abusado por el sacerdote chileno Fernando Karadima.
El durísimo descargo de Juan Carlos Cruz: “Se convirtieron en asesinos de las almas”
“Ustedes son los doctores de las almas y, sin embargo, con excepciones, se han convertido en algunos casos en los asesinos de las almas, en los asesinos de la fe”, les espetó a los religiosos allí presentes, a quienes responsabilizó de no haberlo contenido al momento de elevar la denuncia. “Como católico, lo primero que pensé es: 'Voy a ir a la Santa Madre Iglesia, donde me van a oír y me van a respetar'. Lo primero que hicieron fue tratarme de mentiroso, darme la espalda y decir que yo y otros éramos enemigos de la Iglesia”.
Me piden que hable sobre el dolor del abuso sexual. Para todos es conocido que el abuso sexual deja una secuela tremenda para todas las personas”
Creo que no vale la pena ya seguir hablando de eso porque las secuelas son obvias, en todo tipo de aspectos, y quedan para toda la vida”
Más me gustaría referirme como católico a lo que me pasó y lo que me gustaría decirles a los obispos”
“Sé que están hablando sobre cómo terminar y cómo empezar de nuevo y cómo reparar todo este daño. Primero, perdones falsos, perdones obligados ya no funcionan. A las víctimas hay que creerles, respetarlas, cuidarlas y repararlos. Hay que reparar a las víctimas, hay que estar con ellas, hay que creerles”.
Les pido, por favor, que colaboren con la Justicia. Que tengan especial cuidado con las víctimas”
“Estamos viendo cada día la punta del iceberg, cuando la Iglesia ha querido que se diga que esto ya terminó, siguen saliendo casos. ¿Por qué? Porque se tratan, como cuando uno ve un cáncer; uno tiene que tratar el cáncer entero, no sacar el tumor. Hay que hacer quimioterapia, hay que hacer radioterapia, hay que hacer tratamientos. No es extirpar el tumor y ya, listo”.
Por último, reclamó: “No asientan con la cabeza y después hagan otra cosa. Y que los que no quieran oír al Espíritu Santo y los que quieran seguir encubriendo, que se vayan de la Iglesia, para dejar paso a otros que sí queremos una Iglesia nueva, una Iglesia renovada y una Iglesia absolutamente libre de abusos sexuales”.
La contradicción del Papa Francisco: quiere escuchar a las víctimas, pero dice que son amigos del diablo
No se puede vivir toda la vida acusando, acusando, acusando a la Iglesia"
Aquel al que la Biblia llama el gran acusador, ¿quién es? Es el diablo"
Los que se pasan la vida acusando, no diré que son hijos, porque el diablo no tiene ninguno, pero sí amigos, primos y familiares de diablo"