Fernando Casas es maestro de grado y se enteró por las noticias de la muerte de Brian Aguinaco, el chico de 14 años asesinado en Flores el 24 de diciembre. Días más tarde se enteraría que el homicida detenido también se llamaba Brian y que también era adolescente.
La foto de ese chico arrestado en Chile y trasladado a Buenos Aires le llegó por mensaje días atrás y lo reconoció al instante: cinco años atrás había sido su alumno. Esta es la historia de “el otro Brian”: angustia, depresión y falta de contención. El joven ayer fue liberado y enviado a Perú.
Mismo nombre. Mismo barrio. Edades similares. Pero una vida completamente distinta. Brian Joel González es el joven acusado de matar de un balazo a Brian Aguinaco en Flores, a bordo de una moto que era conducida por otro joven de 26 años, Luis Gómez. Ambos salieron de la villa 1-11-14, uno de los asentamientos más calientes de la ciudad.
Fue detenido antes de fin de año en Chile, a donde viajó tras cometer el crimen.
LA HISTORIA
Brian llegó de Perú con su mamá y su hermanita en 2011. No tuvo una instalación sencilla. Su maestro recuerda que era inquieto, introvertido, brusco y atropellado. “Había quejas de los compañeros y las nenas, no por maltrato, sino por bruto. No sabía jugar, no registraba una idea sobre el cuidado”, relata Casas a BigBang.
Estaba en quinto grado. La situación familiar no era de las mejores. Los padres estaban separados y no tenían una buena relación. El profesor les pidió que unificaran criterios para la crianza del entonces niño. Con complicaciones, avances y retrocesos, el 2011 se marchó con un poco de crecimiento para Brian. Había días que su padre llegaba tarde a recogerlo a la salida de la escuela, o que lo enviaba sin los útiles a clases.
Brian Aguinaco tenía 14 años. Fue baleado el 24 de diciembre y murió dos días después.
Pero en 2012 todo empeoró. Ese año fallece su abuela materna de Perú, con quien tenía un vínculo muy fuerte, ya que había sido ella quien lo había criado. Pero además su hermano mayor cayó preso por tenencia de drogas. “Lloraba mucho, yo le daba espacio, me abrazaba y se partía en dos”, recuerda hoy su maestro. Y él también se angustia.
En sexto grado Brian ya era más grandote. “Era un toro”, lo describe Casas. Cuenta que si bien no era alto, tenía mucha potencia física, jugaba al fútbol con sus compañeros y había hecho algunos amigos. “Terminó el año como pudo, con mucha ayuda”.
En Perú, vivirá con sus abuelos paternos. Ayer fue liberado.
En el segundo año que lo tuvo como alumno, por la gravedad de la situación Casas hizo un informe que el equipo de orientación escolar jamás respondió. “Un año después le reclamé a la psicóloga por no haber hecho nada por Brian”, cuenta a BigBang. “Era un pibe con una sensibilidad muy fuerte, muy cuidadoso con su hermanita y cariñoso cuando se le daba espacio”, relata, emocionado al recordarlo.
-¿Cómo fue enterarte que el chico detenido por el crimen fue tu alumno?
- Nada de lo que hizo se justifica. Cuando vi la foto sin la cara tapada lo vi igual pero grandote. Yo me puse a llorar, me hizo mierda: fueron dos años de constancia, trabajando juntos. A este pibe le cagaron la vida. Yo estoy tranquilo, hice todo lo que podía hacer en aquel momento. Hoy, cinco años después, yo tampoco soy el mismo.
Vecinos de Flores realizaron ayer una nueva marcha para reclamar Justicia.
Casas hoy es profesor en una escuela de Bariloche. Está cerca de jubilarse. Pero sus últimos años los dedicó a trabajar en escuelas ubicadas en zonas de alto riesgo. La escuela donde iba Brian está en pleno centro de Flores.
Quince días después del crimen, el profesor dice que es necesario “tener la capacidad de compadecerse, sentir con el otro, entenderlo”. Al instante, aclara: “Esto no quiere decir que no vaya en cana, porque cometió un delito”. El maestro confía en que cinco años atrás “el otro Brian” tenía todo para no ser un criminal. No sabe qué pasó en este tiempo. Pero está seguro que la falta de afecto caló hondo. “Es fácil creer que es chorro, mata y nada más”.
Ayer a última hora Brian fue trasladado a Perú, donde será alojado con sus abuelos. Para la Justicia argentina es inimputable por tener menos de 16 años, un debate reabierto a partir de este caso por el propio Gobierno de Mauricio Macri.
-¿Qué pensás del proyecto para bajar la edad de imputabilidad de 16 a 14 años?
- Un montón de gente empieza a hablar de lo elemental: las edades más bajas. A (Juan Carlos) Blumberg le dieron bola y no cambió demasiado. Al pibe que entra en esa no le importa, por eso los usan para cometer crímenes. Ahora le van a dar el arma a uno de 13. Pero además, a nivel superestructural, creo que el Gobierno limita mucho las herramientas para que el pibe no llegue a la marginalidad.
Tiene 15 años y tuvo una infancia dura. Ayer fue trasladado a Perú en libertad.
“QUIERO IR A VISITARLO”
Fernando le cuenta a BigBang que en su próximo viaje le gustaría visitar a Brian. “Yo sé que se va a acordar, tanto de mí como de la otra maestra. Somos importantes para él”, señala.
“Quiero charlar con él, escucharlo, verlo. Que sepa que uno lo quiere”, dispara, emocionado. Fernando escribió una frase que resume todo. Fuerte, dura y triste, pero real, que describe, al menos, una mínima parte de lo que vivió “el otro Brian”: “Parece que si a la gente la matan despacio desde chiquita, no la matan. Que solo si muere en minutos es un crimen”.