por Agustin Gulman
12 Marzo de 2017 14:22Más de 250 mil personas, 1.300 custodios de seguridad privada, tres interrupciones, al menos dos personas fallecidas y una docena de heridos. La muerte y la tragedia volvieron a sobrevolar un show del Indio Solari. El recuerdo de Walter Bulacio, detenido y asesinado por la Policía Federal en 1991, tras un show de Los Redondos en el estadio de Obras, vuelve al presente.
Siete días pasaron entre el recital de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota en Obras y la muerte Bulacio, de 17 años. Efectivos de la Comisaría 35 lo detuvieron por averiguación de antecedentes, lo retuvieron en la comisaría y lo llevaron horas más tarde al hospital Pirovano. A Walter le dieron una paliza. Una semana después del día que debía ser una fiesta, murió. Luego, la autopsia diría que se hallaron huellas “inequívocas de golpe con objetos contundentes en miembros, torso, cabeza y extremidades”.
Fue uno de los casos más emblemáticos de una muerte en el rock. Primero, por tratarse de un pibe menor de edad. Pero además, por la violencia represiva de la Policía Federal. El juicio demoró más de 20 años. El caso, inclusive, llegó hasta la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
En diálogo con BigBang, la abogada de la familia Bulacio, María del Carmen Verdú, marca algunas diferencias entre lo ocurrido anoche y la muerte de Bulacio. Inclusive, menciona la tragedia de Cromañón, aunque aclara un aspecto central: “La muerte de Walter fue un crimen de aspecto represivo, con el agravante de una empresa que hace plata y a la que no le importó nada; Cromañón tiene que ver con el lucro, como la Tragedia de Once, con un fuerte componente de ausencia del Estado”.
De acuerdo a la información oficial, anoche en el show del Indio fallecieron dos personas, Javier Fernando León, y un hombre de 40 años cuya identidad no trascendió. Además, hay 12 heridos, seis en estado de gravedad.
Walter Bulacio falleció una semana después de ser torturado por la Policía Federal.
LA MUERTE QUE MARCÓ UNA ÉPOCA
Era uno de los shows más esperados. Los Redondos presentaban uno de los discos que marcarían a fuego su carrera, ¡Bang! ¡Bang! estás liquidado. Fue editado en 1989, dos años antes del show donde murió Bulacio. Tiene nueve canciones, casi todas son “hits” en el mundo ricotero. De hecho, anoche en Olavarría tocó cuatro canciones de ese álbum.
Anoche, el Indio Solari tocó ante más de 250 mil personas en la ciudad de Olavarría.
Por eso, el recital en Obras del 19 de abril de 1991 era más que esperado. La muerte jamás pasó inadvertida por la lucha de la familia y por el impacto que tuvo en el rock nacional. Sin ir más lejos, hubo varias canciones recordando el hecho. Hasta Los Redondos lo inmortalizaron, en su clásico de siete minutos y diez segundos, Juguetes Perdidos, incluida en el disco Luzbelito, de 1996. Pero también hicieron lo propio otros artistas, como Fito Páez, La Renga y Los Ratones Paranoicos, por ejemplo.
El juicio por el homicidio de Bulacio comenzó 22 años después del crimen. El ex comisario Miguel Ángel Espósito fue condenado en 2013 a tres años de prisión en suspenso. Fue el hombre que estuvo a cargo de la brutal golpiza. Bulacio sobrevivió siete días en el Pirovano. Murió el 26 de abril.
Espósito no fue enjuiciado por la tortura seguida de muerte. El proceso fue sólo por la privación ilegítima de la libertad. A pesar de la condena, la prisión nunca fue efectiva.
LAS CRÍTICAS AL INDIO
Años atrás, durante una entrevista con el diario La Nación cerca de conocerse el fallo, Verdú había acusado a Solari de "patear para atrás" en el juicio por la muerte de Bulacio. Es que todo apuntaba - y quedó demostrado en el juicio - que la producción había contratado servicios adicionales de la Policía Federal para garantizar la seguridad. La abogada le dijo hoy a este sitio que eso, que hoy es normal en partidos de fútbol, conciertos y eventos masivos, fue toda una sorpresa para abogados y expertos en seguridad que desconocían que "un privado podía contratar a un policía".
La muerte de Walter Bulacio marcó una era en el rock nacional.
Pero además, Verdú cuestionaba al músico y hasta lo llegó a acusar de no haber respaldado a la familia de Bulacio en su reclamo y "haber pateado en contra" de la causa. "Cuando salís a decir que 'cada cual se cuida su propio culito' o 'se murió un redondo, ¿cuál es?', es todo un claro mensaje de desmovilización. Ellos tiraron en contra".
La respuesta de Solari no se dejó esperar. Criticó a la abogada y aclaró: "Una foto de Walter, junto a la palabra JUSTICIA, sigue estando en las pantallas de mis conciertos". Después del recital donde murió Bulacio, hubo una frase que le atribuyen al Indio, pero que él desmintió: "No queremos televisar nuestro dolor".
Verdú es la abogada de la familia Bulacio y la titular de la Coordinadora contra la Represión y Policial e Institucional (Correpi). Cerca de las cuatro de la madrugada, su teléfono comenzó a sonar. Un contingente de militantes de Correpi había viajado a Olavarría al show. “Estaban todos bien, en el punto de encuentro que acordaron y ya estaban regresando”, le contó a BigBang esta mañana.
Verdú apuntó hacia la seguridad y la productora del Indio Solari.
La abogada marca una diferencia central: “En el caso de Walter hubo una clara aplicación de políticas represivas desde el Estado. Hubo una decisión anticipadamente para realizar detenciones al boleo y justificar la contratación de adicionales”. El juicio demostró que esa noche hubo al menos cien detenidos. Ahora, Verdú remarca que anoche “no pasó nada de todo esto”.
Por eso, la letrada señala que anoche existió “más similitud con la tragedia de Cromañón o de Beara”. Y reconoce que hubo un punto en común: “Una empresa que hace plata, a la que no le importa la seguridad de las personas”, en referencia clara al propio Solari. La productora del músico es la responsable de garantizar la seguridad al interior del predio. Semanas atrás, BigBang anticipó que en el interior y los alrededores del predio habría alrededor de 1.300 personas contratadas para esa tarea.
“Cromañón tuvo que ver con el lucro, lo del Indio es eso: quiere ganar plata y la seguridad de las personas no le importa. Un vecino del lugar relató que las puertas estaban cerradas”, agregó Verdú. Ayer, “la policía no tuvo arte ni parte”, dice la letrada.