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El futuro de las discográficas: entre nostálgicos y nativos digitales

Con la venta de CD´s en picada, el mercado se rearma y apela a nuevas y viejas formas de escuchar música.

14 Enero de 2016 07:00
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Mientras los servicios musicales de streaming se multiplican y avanzan como la única esperanza para contrarrestar la estrepitosa caída de la venta de música en CD, la de vinilos gana terreno y apuntala el negocio de formatos físicos.

Un informe publicado por BuzzAngle Music revela un crecimiento del 56,6% en el mercado mundial de vinilos durante 2015, lo que representa un total de 6 millones de unidades vendidas. Según el mismo informe, las ventas de álbumes físicos aumentaron un 1,1% en el mundo, el mismo porcentaje que decrecieron las ventas digitales procedentes de descargas online.

Algo similar ocurre en el mercado estadounidense, donde las ventas de vinilo crecieron en 29% en 2015 y el streaming un 93%, en referencia al año anterior, según precisa un relevamiento de la consultora Statista. Asimismo, la venta de CD´s disminuyó en Estados Unidos un 11 por ciento, mientras que la de álbumes digitales se redujo un 3 por ciento. Curiosamente, la venta de tracks, es decir de canciones sueltas, mantuvo una caída del 3% con respecto a 2014.

Evolución de la venta de música en los EE.UU. (Fuente: Statista).

Desde hace más de una década, la venta de CDs comenzó una estrepitosa caída, ocasionada por la llegada de los servicios de descarga gratuita. El más popular de ellos fue Napster, quien con su desembarco pareció ponerle fecha de vencimiento a la industria. La agonía que comenzaron a sufrir los sellos editoriales obligó a las compañías a repensar el negocio para evitar desaparecer.

Pero fue más de una década después donde vieron en el negocio de streaming on demand, un respiro para el sector. Servicios como los de iTunes, Pandora o Spotify le dieron la bienvenida a los sellos discográficos para que comercializaran su música a módicos precios y paquetes convenientes. En algunos casos, sin dejar de ofrecer música gratuita, aunque de forma limitada.

Los datos confirman que los usuarios se van acostumbrando a pagar por sus descargas digitales, aunque algunos mercados -como el latinoamericano- aún son muy inmaduros. A nivel mundial, los servicios de streaming de música recaudaron casi 4 mil millones de dólares, y se estima que para el año 2020 superen los 7 mil quinientos millones de dólares, según Statista.

iTunes, Pandora y Spotify, los preferidos por los nativos digitales.

Pero hay un lado B en el negocio, con el que no muchos contaban. Se trata del culto a los vinilos. Aunque conforman un grupo reducido de consumidores, los cultores del formato reafirman su fanatismo aduciendo una mayor calidad percibida y una música más cálida y real que la proporcionada por los sistemas digitales. Este revival en materia de consumo musical, no pasó desapercibido para las firmas discográficas, que de un tiempo a esta parte comenzaron a desempolvar sus viejos catálogos y editar sus lanzamientos en 12 pulgadas.

Como una oportunidad de generar mayores ventas, los departamentos de marketing de los sellos comenzaron a sumar extras, como posters, tarjetas y fotos, a las ediciones en vinilo para asi atraer a los más novatos. Si bien se trata de un formato más caro en comparación con un CD -unos $500 contra $190- los fanáticos pagan lo que sea

Color local

Pese a que en la Argentina los vinilos desaparecieron a principios de los ochenta, tras el cierre de la ultima fábrica que quedaba en pie. En los últimos 10 años, algunos artistas locales se las arreglaron para hacer ediciones limitadas de sus obras. Esos vinilos provenían de Brasil, donde aún se fabrica el formato.

Gustavo Cerati, Fun People, Catupecu Machu y Divididos fueron de la partida. Sin embargo, estas ediciones no dejaban de ser más que un hecho anecdótico y quienes realmente le rendían culto al formato se escabullían en galerías céntricas y ferias barriales para encontrar alguna joyita perdida.

Hace poco menos de un año, la filial loca de Sony Music, se percató de este mercado incipiente. Así decidió remasterizar y volver a editar gran parte de la discografía que conforman el rock argentino. Pescado Rabioso, Spinetta, Charly García,  Soda Stereo y Virus volvieron a dar vuelta en la bandeja de los colecciones y de quienes se acercaban a un disco por primera vez.

Sony reeditó en vinilo gran parte de su catálogo nacional.

Recientemente la compañía lanzó también la obra solista completa de Gustavo Cerati en este formato. Un anhelo del artista, que sólo llegó a editar como un capricho personal su último disco, Fuerza Natural.

Fuerza Natural, también en vinilo.

Hoy los fanáticos locales se multiplican y dos veces al año tienen su encuentro en Buenos Aires en Vinilo, la feria de compra, venta e intercambio que se realiza en Palermo y que congrega, en cada edición, miles de compradores, vendedores y curiosos, lo que habla a las claras de que a esta industria todavía le quedan surcos por recorrer.