Hace dos días, Martín Murano tuvo una noticia grave. Su cardiólogo le dijo que necesitaba un trasplante de corazón y que, aún así, sus posibilidades de sobrevida eran escasas. Con la intención de solventar su tratamiento y el tiempo de convalecencia que deberá afrontar sin trabajar, Martín -autor del libro "Mi madre, Yiya Murano"- decidió poner en venta los derechos cinematográficos de la obra, basada en su vida como hijo de la tristemente célebre "envenenadora de Monserrat". Lo conversó con su representante, Raúl Palavecino, quien -basándose en las conversaciones sostenidas con Martín- dio a conocer un comunicado. Hubo, sin embargo, una diferencia entre ambos: Murano pensó que era sólo para las productoras cinematógraficas, pero Palavecino decidió extender la noticia a los medios. Este es el texto completo:
Martín Murano: el hijo de Yiya necesita un trasplante para intentar salvar su vida.
Mi única posibilidad de vida depende de un trasplante de corazón
Martín Murano, hijo de Yiya, vendo a la brevedad los derechos para la película, de mi libro," MI MADRE, YIYA", yo quería hacer el personaje de mi viejo en la película, pero sé que es imposible, por eso vendo los derechos de mi libro para quien quiera hacerla, con ese dinero solventaré los gastos antes, durante y después del trasplante de corazón.
Me retiro de toda actividad ya que no quiero ni puedo engañar a nadie. Arritmia, insuficiencia cardíaca, varios infartos y exceso de líquido en mis pulmones. Me prohibieron caminar mas de 200 metros, no puedo casi respirar normalmente y los dolores en el pecho no cesan. Mientras duró el musical y las regalías de mi libro pude solventar los gastos que mi enfermedad demanda. En la actualidad la empresa o cooperativa donde yo trabajaba no quiere seguir pagándome el sueldo por enfermedad y el trámite de pensión por incapacidad es lerdo. Exactamente el 70 por ciento de los ingresos que percibía se lo lleva mi medicación el resto alquiler y comida a duras penas. Las probabilidades de vida según los médicos son menores al 15 por ciento y si lograra seguir mi corazón no tiene cura. Vale decir que lo que me resta de vida deberé pasarlo así. Siempre fui un guerrero, me levanté contra cualquier adversidad. Ya desde chico peleé y todos saben mi historia. Pero hoy ya no tiene sentido. Quedé solo pues no voy a ponerme en pareja sabiendo que tengo fecha de vencimiento próxima y herir a nadie. No me crean un cobarde ya que siempre luché ante todo, pero hoy ya se terminó. La realidad es una y me cansé de ignorarla. Gracias y hasta siempre.
MARTÍN MURANO
Yiya murió hace tres años.
En diálogo con BigBang, el hijo de Yiya, en términos tan o más dramáticos que los del comunicado, confirmó la noticia.
-Tengo un 80 % de posibilidades de no seguir con vida. Ahora voy para un cateterismo y para un trasplante de corazón. De todo esto me enteré hace dos días, en una visita de rutina al cardiólogo. Los gastos de un eventual trasplante no son importantes, porque la obra social los cubre, pero luego voy a tener que estar al menos seis meses sin trabajar. Mi intención si se hacía una película basada en mi libro, era interpretar a Antonio Murano, mi padre, así como trabajar en la producción. Ahora no puedo hacer ni una cosa ni la otra. Por eso le pedí a mi representante que intentara apurar la comercialización de los derechos de la película, porque si no los vendo durante esos meses no tendré de qué vivir.
-¿Por qué hizo este blanqueo, digamos "mediático" de su estado de salud?
-Es una decisión que tomó mi representante. Sinceramente, yo pensé que la carta iba a estar dirigida sólo a las productoras cinematográficas, pero él decidió extenderlo a los medios y confío en él.
-¿Cómo se siente ante la noticia y ante el hecho de que se haya hecho pública?
-Por supuesto que es muy duro. Calculá que tengo 50 años y soy instructor de artes marciales. Siempre fui un tipo útil que generó su propia vida, siempre viví relativamente bien. Ahora no me siento una persona útil: siempre gestioné yo mis propias ganancias. Aparte estoy en mi casa mirando televisión. Yo era guardaespaldas, tenía una mueblería, estaba en los medios... Ahora no puedo hacer nada de nada. Por otro lado, al menos puede haber un trasplante. Y tengo que ocuparme, pensar de qué voy a vivir mientras tanto.