Pasaporte, documentos, valijas y nada de hambre son necesarios a la hora de tomar un vuelo que parta desde el Aeropuerto de Ezeiza. Es que si bien uno ya se acostumbró a pagar demás por un cafecito y unas medialunas, el bolsillo se enflaquece si de una comida un poco más sustanciosa se trata.
Comer en Ezeiza es caro en casi todos los locales gastronómicos.
Días atrás Guillermo Calabrese, director de la Escuela de cocina del Gato Dumas puso el grito en el cielo cuando intentó tomar un refrigerio en dicho aeropuerto y le arrancaron la cabeza con los precios. Allí le cobraron por tres sandwich y tres gaseosas la nada módica suma de $800.
Los precios "descuidados"
Esta vez BigBang fue a otro de los tantos reductos gastronómicos del aeropuerto donde también quedó evidenciados los sobreprecios en sus menues.
Comer en Ezeiza, un desafío para los bolsillos.
En el local de Patagonia Wine Experience, ubicado en la terminal B del Aeropuerto Ministro Pistarini, comer un simple omelette de jamón y queso asciende a $220, una tarta unos $160, un plato de pastas frescas $200 (sin salsa) y una ensalada de frutas desde $ 100.
Variedad de platos y precios que superan los $ 100.
Si de bebidas se trata, un agua mineral ronda los $ 45, las gaseosas los $ 60 y los jugos exprimidos parten de los $ 110. Quienes deseen optar por un porrón de cerveza deberán pagar desde $ 110 y quienes necesiten envalentonarse para subir al avión tendrán que pagar un promedio de $ 200 por alguna bebida alcohólica de mayor graduación.
Un simple omelette parte de los $ 220 en Ezeiza.
Si de desayuno se trata para un típico Continental se deberá desembolsar unos $ 380. En cambio si sólo se desea consumir un café expreso y un par de medialunas, el precio a pagar será de unos $45 y $34 respectivamente.
Bebidas alcohólicas sólo para valientes.
A pesar de las quejas del conductor de Cocineros Argentinos por el precio de sus tentepié, si éste hubiese pasado por este otro reducto de Ezeiza, su enojo sería aún mayor, ya que el menú elegido le costaría $975.