El índice de pobreza trepó a números que no se registraban desde hace 10 años. Según el informe elaborada por el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina, alcanzó al 33.6 por ciento de la población en el tercer trimestre de 2018.
Con 13,6 millones de pobres, se trata de la mayor variación de este indice en el gobierno de Mauricio Macri y de la última década. Esta cifra por lejos supera la última medición oficial (27,3%), que ya marcaba una tendencia en alza.
La medición de la UCA mostró un avance del 28,2% del tercer trimestre de 2017 al 33,6% actual. Estos números solo se asemejan con el 32,3% de 2016 que marcó el anterior pico. Salvo esos dos datos, desde 2010 la pobreza osciló entre 24% y 29%, cifras altas que exponen el avance de la pobreza estructural.
"La incidencia de la pobreza en ese período alcanza a niveles superiores a las registradas en 2016, cuando significativas devaluaciones provocaron un alza de la inflación y una caída del poder adquisitivo", detalla el estudio.
INDIGENCIA
El aumento de la indigencia, según el índice, no es tan significativo como la pobreza. En el tercer trimestre de 2018, la indigencia se ubicó en el 6,1% de las personas contra el 5,7% del mismo período de 2017.
El informe también incluye un análisis de pobreza e indigencia monetaria en base a estrato socio ocupacional, regiones urbanas y grupos etario.
Los nuevos pobres pertenecen a la clase media no profesional, que alcanzó al 8,1% desde 4,9%, y a la clase obrera integrada, que subió al 43,3% (el año pasado, los nuevos pobres que "llegaban" de ese sector eran el 35,1%). En cuanto a la indigencia, el sector más afectado fue la clase trabajadora marginal, que pasó de 17,6% a 19,6%.
Sobre las regiones, el conurbano bonaerense sigue siendo el más perjudicado con 43,3% de la población. Es decir que en Buenos Aires casi el 45% de las personas viven bajo la línea de pobreza. La indigencia mostró una variación leve de 8,2% a 8,9%.
Lo grave es que la pobreza y la indigencia golpean más fuerte a los menores de edad en todo el país, ya que el 51,7% de los niños hasta 17 años es pobre y el 10,9% es indigente. Y los gráficos muestran que es una tendencia que no para de crecer en los últimos años.