El juez Horacio Piombo quiere escapar de la justicia. Hoy presentó su renuncia como miembro del Tribunal de Casación Penal bonaerense, para así evitar que siga el jury de enjuiciamiento en su contra. Ahora, la Suprema Corte bonaerense deberá elevar el pedido al Poder Ejecutivo.
La polémica en torno a Piombo comenzó cuando él y su par Benjamín Sal Llargués firmaron el fallo que reducía la pena a Mario Tolosa, dirigente de un club de fútbol infantil del conurbano, que violó a un chico de 6 años en un vestuario. Había sido condenado a 6 años de prisión, pero los magistrados le disminuyeron la pena a 3 años y dos meses. De esta manera, quedó en libertad.
Las voces en contra de la resolución no tardaron en llegar. En la página Change.org se inició un pedido que juntó más de 100.000 firmas para que los jueces sean llevados a juicio político.
Más tarde, el representante de la Comisión de Derechos Humanos para América Latina de la ONU, Amérigo Incalcaterra, concluyó que “los argumentos de la sentencia del Tribunal de Casación Penal de la Provincia de Buenos Aires revictimizan, estigmatizan y discriminan al niño que ha sufrido el abuso sexual”.
No fue el único en repudiar ese accionar. Estudiantes de las universidades de Buenos Aires y La Plata marcharon para pedir la expulsión de los camaristas, que también ejercían como profesores.
(Fuente: Visión 7)
ANTECEDENTES
En 2011 Piombo y Sal Llargués habían reducido la pena (de 18 años de prisión a 9 años y seis meses) a un pastor evangélico condenado por violar a dos chicas de 14 y 16 años. La justificación de los magistrados, en ese entonces, fue que las víctimas (que vivían en una villa de Merlo) provenían de “comunidades de bajo nivel social” donde “se aceptan relaciones a edades muy bajas”.
Hace algunas semanas, por esta resolución, había sido aceptado un pedido de juicio político presentado en el 2011 por el entonces diputado bonaerense Raúl Pérez.
Ahora, cuando el jury de enjuiciamiento parecía avanzar en su contra, el juez Horacio Piombo inició su trámite jubilatorio y pidió la renuncia a su cargo en casación para evitar, así, las consecuencias de sus decisiones.