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Al término del año pasado, 4,9 millones de chicos en la indigencia de acuerdo a un relevamiento del Barómetro Social de la Universidad Católica Argentina (UCA). El 40,4% de esa población son pobres, mientras que el 9,2% del universo alcanza a los que tienen insuficiencias alimentarias.
En la Argentina hay casi 5 millones de niños pobres.
Debido a ello, tanto en la Ciudad como en la Provincia, existen distintos programas que intentan paliar el hambre entre los más chicos. A diferencia de lo que ocurre en el ámbito porteño, los municipios provinciales no cuentan con una vianda destinada a comedores y escuelas, sino con varios programas que otorgan un presupuesto para que, a través de distintos medios, se canalice en la compra de alimentos.
Actualmente se destinan $ 12,60 por día por niño.
Un paso importante en la guerra contra la insuficiencia alimentaria, fue el aumento del monto destinados a comedores escolares, a través del programa Servicio Alimentario Escolar (SAE), que durante la gestión de María Eugenia Vidal pasó de $ 6,3 por almuerzo y $ 3,9 por desayuno o merienda completa, por día, por cada alumno a $ 12,6 a los almuerzos y $ 7,9 a los desayunos o meriendas completas.
De este incremento se ven beneficiados 1,5 millones de alumnos en los 135 municipios de la provincia. Ese monto se destina exclusivamente a la compra de alimentos, sin contemplar costos de logística y personal entre otros.
El SAE alcanza a 1,5 millones de alumnos de colegios de la Provincia de Buenos Aires.
"El objetivo es garantizar una cobertura nutricional uniforme asistiendo particularmente a los más vulnerables. Se desarrolla para mejorar la aptitud para el aprendizaje y las condiciones de salud de la población escolar", explican desde el Ministerio de Desarrollo Social. "Básicamente se le da dinero a cada consejo escolar y cada uno hace y transfiere ese monto de acuerdo a sus necesidades", explica Santiago López Medrano, el titular de esa cartera.
Ejemplo de la variedad de menúes que se pueden armar con el presupuesto del SAE.
La comparación resulta brutal, al pensar que sólo se destinan $ 12,60 por niño por día, si se considera que una cena en un restaurante top de Buenos Aires tiene un costo que puede llegar a $ 1.500 por persona, o un almuerzo en cualquier barrio porteño alcanza los $ 150.
Programas Complementarios
Recientemente la Gobernadora también lanzó el programa Un Vaso de Leche por Día que alcanza a 360.000 chicos de hasta seis años y madres embarazadas de la provincia de Buenos Aires. El objetivo del mismo es complementar la alimentación de la población socialmente vulnerable con el aporte de nutrientes fundamentales.
La medida alcanza a todos los municipios del conurbano bonaerese, La Plata, San Nicolás, Tandil, Mar del Plata y Junín. La implementación de este plan se realiza a través del otorgamiento de una caja de leche a los alumnos en los colegios, o en su defecto la distribución de leche en comedores para que puedan brindar un desayuno o una merienda.
Hace poco menos de un mes se anunció el programa Un Vaso de Leche por Día.
Uno de los principales programas que apoya las necesidades alimenticias de los menores y el que engloba a todo el resto es el Programa Mas Vida, que destina desde $300 al grupo familiar en situación de alta vulnerabilidad. En este caso el universo de beneficiarios es de 300.000 personas.
Este programa que proviene de gestiones anteriores, se modernizó a través del otorgamiento de una tarjeta de débito que mensualmente posee el monto que le corresponde a cada familia. Esto remplazó a la entrega de comida casa por casa.
Asimismo, el Ministerio de Desarrollo Social de la provincia de Buenos Aires cuenta con programas como las Unidades de Desarrollo Infantil (UDI) donde se otorga una beca por niño la cual contempla la alimentación, así como el programa para Tercera Edad y Discapacidad.