04 Diciembre de 2015 21:50
“El despertar de la Fuerza”, séptimo episodio de la saga más popular de todos los tiempos, pone a los fans de Star Wars en el umbral de uno de los momentos más excitantes de sus vidas.
El estreno, previsto en Argentina para el 17 de diciembre, también deja en vilo a quienes esperan multiplicar la inversión: productores, distribuidores, publicistas y buena parte de la industria del entretenimiento global.
La pre-venta de entradas ya recaudó unos 50 millones de dólares. Para su su fin de semana inaugural, las estimaciones más optimistas hablan de 300 millones: lo mismo que reunió “El ataque de los clones”, el segundo episodio estrenado en 2002, todo el tiempo que estuvo en cartel.
¿Por qué semejante expectativa? El estreno, híper promocionado en múltiples soportes, supone la primera mirada hacia adelante de la historia desde 1983, cuando se estrenó “El regreso del Jedi”, último episodio de la trilogía original.
Desde entonces, las tres entregas lanzadas entre 1999 y 2005 hicieron foco en lo que -cronológicamente- sucedió antes de los films estrenados en los 70 y 80.
Las previsiones más entusiastas, sin embargo, enfrentan algunos obstáculos. En EE.UU., una entrada promedio cuesta 8,61 dólares. Es el valor más alto de la historia, impulsado por tendencias “de lujo” como el 3D y el Imax.
Como los estadounidenses no van al cine tanto como antes, las esperanzas están cifradas en el público internacional. Precisamente por eso, la campaña es especialmente agresiva fuera de la cuna de Hollywood.
Sólo queda esperar que la imaginación de J.J. Abrams esté a la altura de las expectativas.