Aquel martes 26 de mayo de 1987, mientras el diario Clarín llevaba como su titular central de tapa la incorporación de 30 australes a los salarios básicos de los convenios colectivos de trabajo -y dejaba en un segundo plano la detención de dos militares que se habían negado a jurar por la Constitución-, los kioscos de diarios y revistas le daban la bienvenida a un nuevo diario que marcaría, sin lugar a dudas, un antes y un después en la historia del periodismo: Página 12.
Faltaba todavía un año para que Carlos Saúl Menem hiciera su desembarco en La Rosada, pero su figura -que contrastaba con el desgaste que padecía la administración de Raúl Alfonsín- ya manejaba la centralidad de la política nacional desde su La Rioja natal. Y Jorge Lanata, un joven periodista de 27 años que ya cosechaba una gran trayectoria, cincelaría como pocos -tapa a tapa- los escándalos de la década del champagne, el dorado, la corrupción, la desindustrialización, la pobreza y la farandularización absoluta de la política.
Las mejores tapas de Página 12, bajo la dirección de Lanata
Nadie sabe qué hubiera pensado aquel joven de 14 años que pisó su primer medio a los 14 años, cuando comenzó a trabajar en la redacción de los cables informativos Radio Nacional de la media década de carrera que todavía le quedaba por delante.
Irreverente, multifacético, polémico, transgresor, gran titulador, padre de "la grieta". Tal vez, en esos extraños giros del destino, sus últimas apariciones públicas lograron tender puente en aquellos extremos que, cuando se subió a agradecer el Martín Fierro de oro, parecían irreconciliables.
Padre del periodismo para muchas generaciones, en especial para quien aquí escribe, se despidió dejándonos señales de alarma; en tiempos en donde hacer periodismo volvió a tornarse un delito. "Existe un riesgo de que el Gobierno de Milei se convierta en un Gobierno autoritario".
Y, fiel a su estilo, se despidió en una de sus últimas entrevistas con una lección, acorde al gran maestro que fue para muchos de nosotros: "Me parece que los periodistas tenemos que unirnos en ese sentido, que tenemos que ver si esto sigue, si no sigue, si se lo puede parar... Pero me parece importante que nos unamos, porque aparte ya lo vimos con otros gobiernos. Si nosotros no nos unimos, nos pasan por arriba".