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El maquinista de Once: “Soy una víctima más, no soy culpable”

Marcos Córdoba, el motorman del accidentado Sarmiento, rompió el silencio y habló sobre lo ocurrido el 22 de febrero de 2012. “Intenté frenar por todos los medios y el tren no frenó. No soy culpable”, se excusó.

16 Septiembre de 2015 05:30
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El maquinista de la Tragedia de Once, Marcos Córdoba, habló por primera vez con un medio de comunicación desde el 22 de febrero de 2012, fecha en la que el tren Chapa 16 del ferrocarril Sarmiento se estrelló contra la estación de Once. Esa mañana murieron 51 personas y hubo más de 700 heridos. “Soy una víctima más de la tragedia”, resistió el motorman, imputado junto a otras 28 personas en la causa.

El investigado conductor rompió el silencio con el diario La Nación, a pocas semanas de que finalice el juicio oral. Al igual que en su declaración judicial, Córdoba insistió en que intentó por todos los medios accionar los frenos, pero que no tuvo éxito. “Yo era un laburante, no estaba preparado para una tragedia como la que pasó”, advirtió. 

"Ya dije lo que pasó esa mañana: yo intenté frenar por todos los medios y el tren no frenó. Por eso, no me siento culpable, pero hay que esperar a lo que decida el tribunal

Desde hace tiempo, Córdoba dice no tiene otra cosa en la cabeza que no sea la sentencia. “Vamos a ver qué pasa, hay que esperar la decisión del tribunal. Que dos querellas me hayan sacado de sus pedidos de sentencia me da cierto alivio, pero hasta que no decidan los jueces, no puedo hacer nada”, señaló.

Córdoba evitó a los periodistas durante todo el juicio por sugerencia de su abogada.

“Nunca más pude volver a subirme a un tren después del accidente; no quiero enfrentarme a esto para no recordar todo lo que pasó

El temor por la sentencia es, según el motorman, una tortura diaria. “Mi psicóloga me dice que no piense en lo que puede pasar, pero eso es algo que no deja de darme vueltas por la cabeza. Todo el tiempo”, admitió, e insistió en las secuelas que le dejó el choque: “Nunca más pude volver a subirme a un tren después del accidente; no quiero enfrentarme a esto para no recordar todo lo que pasó”.

El ex secretario de Transporte, Ricardo Jaime, también es uno de los acusados en el juicio por la tragedia.

El conductor espera la sentencia de la Justicia junto a otros 28 imputados por estrago culposo, entre ellos los ex secretarios de Transporte, Juan Pablo Schiavi y Ricardo Jaime, así como otros ex funcionarios estatales. De hecho, el fiscal Fernando Arrigo apuntó ayer en sus alegatos finales hacia la responsabilidad que tendrían todos ellos.

Una de las cuatro querellas apuntó hacia Marcos Córdoba y pidió 22 años de prisión para el motorman.

Semanas atrás, se conoció que dos de las cuatro querellas apuntan exclusivamente al maquinista Córdoba, como el único responsable del siniestro ocurrido a las 8:32 del 22 de febrero de 2012, y solicitaron 22 años de prisión. Otras dos querellas pidieron penas de entre 10 y 15 años para todos los imputados, excepto para el motorman.

“También podría haber muerto”

El día de la tragedia, Córdoba fue rescatado minutos después del impacto por varios de sus compañeros, personal del SAME y Policía Federal que asistió al operativo. Luego, fue derivado a diversos centros de salud con heridas múltiples. Hoy, más de dos años y medio después, reflexiona que tuvo suerte aquella mañana de febrero: “Tuve suerte, también podría haber muerto”.

El día de la tragedia, Córdoba fue asistido por personal de emergencias, que lo rescató de la locomotora.

Claves de un relato esperado

Los familiares de las víctimas: “A los familiares me los cruzo todo el tiempo. Nos saludamos con respeto, pero nunca hablamos. Hay un respeto mutuo; sé que están pasando por un dolor muy grande”.

Las secuelas psicológicas del choque: "Nunca más pude volver a subirme a un tren después del accidente; no quiero enfrentarme a esto para no recordar todo lo que pasó".

Temor por la sentencia judicial: “¿Si tengo miedo? Tengo mucho miedo de lo que puede pasar con la sentencia, me da vueltas por la cabeza todo el tiempo. Yo era un laburante, no estaba preparado para una tragedia como la que pasó”.

Repercusión mediática y notoriedad pública: “Algunos me dicen que me volví famoso. ¿Famoso? Están locos, hermano. No quiero ser famoso. Yo quería seguir laburando como siempre y no que todos me conozcan y me apunten: Ahí va Marcos Córdoba”.