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El misterio del avión perdido en la Cordillera que apareció casi 20 años después

Un avión chileno cayó en la Patagonia en 1997 y los restos fueron encontrados hace un par de semanas. Peritajes para identificar los restos.

11 Noviembre de 2016 15:53
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Un avión chileno que había desaparecido en la cordillera argentina, en la región de la Patagonia, fue encontrado en las últimas semanas por un grupo de guardaparques que realizaban una recorrida de rutina.

Tras el hallazgo de los restos del avión, la Justicia argentina investiga las causas del accidente y trata de identificar los restos que fueron encontrados en el fuselaje del aparato.

"La Fiscalía Federal de Caleta Olivia, a cargo de Lucas Colla, investiga las causas por las que el avión Piper PA 23-250 Aztec de la empresa de transporte aéreo chilena “Don Carlos”, se precipitó a tierra el 8 de abril de 1997, en el interior del Parque Nacional Perito Moreno", informó el sitio Fiscales.

Los restos del fuselaje encontrados por los guardaparques.

La investigación judicial se inició a raíz de que una patrulla de guardaparques diera con los restos del fuselaje del avión chileno, el pasado 3 de octubre, durante una recorrida de rutina por esa región, en la provincia de Santa Cruz.

Los restos del avión fueron encontrados por por los guardaparques Mariano Spisso y Adrián Falcone mientras realizaban una patrullaje de tres días en el Parque Nacional Perito Moreno.

El 3 de octubre, el segundo día de la patrulla por lugares a los que solo se puede llegar caminando o en helicóptero los expedicionarios se encontraron con los restos de la nave, en la cabecera oeste del lago Burmeister, en zona que es considerada intangible dentro del Parque Nacional.

Un aparato similar al que se accidentó en la cordillera.

A las 12.30. del 8 de abril de 1997, el bimotor Piper partió desde la ciudad chilena de Balmaceda, para llegar una hora y media después a Villa O'Higgins.

La aeronave, piloteada por Carlos Allende Almarza, transportaba al coronel Guillermo Peña Hevia, al coronel retirado Guillermo Van Schowen Figueroa, el sargento José Llanca Oyarce y el soldado Mardoqueo Ruíz Fuentes, integrantes del Cuerpo Militar de Trabajo, que construía la carretera austral.

El último contacto con la aeronave se tuvo a las 13.21, cuando el piloto informó que volaban a 7 kilómetros al oeste de la localidad chilena de Cochrane, y que debía sobrevolar territorio argentino por las condiciones climáticas. Después ya no hubo más comunicaciones.

La zona donde cayó el avión chileno.

En su momento, autoridades de la Fuerza Aérea Argentina, la Gendarmería Nacional y la Prefectura Naval Argentina, en coordinación con sus pares chilenos, efectuaron una búsqueda del bimotor siniestrado que incluyó horas de vuelo y patrullajes terrestres en las posibles zonas de impacto.

Sin embargo, la pesquisa resultó infructuosa dada las dificultades meteorológicas que impedían ver el fuselaje blanco de la aeronave entre la nieve que cubría los bosques de lengas.

Pedido de colaboración

Hasta que el 3 de octubre pasado, durante un patrullaje de relevamiento en el interior del Parque Nacional, los dos funcionarios de la Administración Nacional de Parques Nacionales (ANPN) encontraron el avión y dieron aviso a la Gendarmería.

A pedido del fiscal Colla, personal del Escuadrón 39 “Perito Moreno” de la Gendarmería Nacional realizó, el 7 de noviembre pasado, una inspección ocular en el lugar -al que sólo puede accederse tras un viaje en helicóptero y dos horas de trekking- donde se pudo determinar que los restos encontrados -cubiertos por una nevada- se corresponden con los del bimotor con matricula CC-CCH desaparecido.

El fiscal requirió la intervención de la Junta de Investigación de Accidentes de Aviación Civil y del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) para que analicen los restos del fuselaje y los huesos hallados en el lugar, para establecer las causales del siniestro y confirmar la identidad de las víctimas.