04 Julio de 2017 10:17
En Ignacio Correas se realizó una matanza de perros. Murieron al menos doce canes, vEkl íctimas de la ingestión de carne envenenada. El hecho ocurrió la semana pasada pero no fueron los únicos afectados. También se enfermaron tres vecinos. Todos fueron víctimas de un envenenador. Lo que comenzó como una preocupación, hoy es una psicosis. El pueblo reune a 300 familias y todas están en alerta. Hay tres vecinos internados y, según trascendió, habría una menor afectada.
El año pasado comenzaron los episodios de envenenamiento.
Ignacio Correas está ubicado a 19 kilómetros al sur de La Plata. Es un paraje construido en paralelo a la estación del Ferrocarril Provincial. Hace un mes detuvieron a un hombre acusado de distribuir alimentos envenenados para asesinas perros. Pero pese a que está tras las rejas, su accionar estaría siendo replicado por otras personas. Según creen los vecinos, contaría con más personas que repiten su iniciativa asesina.
La policía revisó su domicilio y encontró gran cantidad de sustancias químicas. Hasta el momento, según informan los medios locales, hay tres personas que están internadas habrían tenido contacto con unos de los animales infectados. Los vecinos solicitan que la Justicia intervenga y se inicie una investigación para evitar nuevos casos.
Los episodios de envenenamiento comenzaron el año pasado y ya son más de 200 perros los que murieron por la misma causa y también algunos caballos.
"Ya son más de 200 perros los que murieron por la misma causa y también algunos caballos.
Valeria, una lugareña, reveló que el jueves de la semana pasada encontró muerto a su perro. Se llamaba Indio. Estaba tirado en su patio. Dos días después, en pleno duelo por su mascota, en la casa de su abuela, vio a una cachorra agonizar. "Se cayó, empezó a convulsionar y en tres minutos se murió", contó la joven al diario El Día.
Para intentar evitar que la perra muera, Valeria intentó provocarle el vómito y así tratar de que elimine el veneno. No lo logró y horas más tarde comenzó a sentir que se le hinchaba la cara.
"Fui a la guardia, el médico me dio corticoides y una inyección. Aspiré lo que mató a la perra y me intoxiqué. El domingo tuve fiebre, y por suerte el cuadro ya está controlado", sostuvo.
La mujer concurrió al Cuerpo Médico de la Policía para que se constata que sufrió ella también las consecuencias del envenenamiento. "Me derivaron a Toxicología del Hospital de Niños, me sacaron sangre y tengo que volver para que analicen qué tipo de veneno se utilizó", sumó la vecina de Correas.
Asistió al Cuerpo Médico de la Policía para que se constate que sufrió ella también las consecuencias del envenenamiento. “Me derivaron a Toxicología del Hospital de Niños, me sacaron sangre y tengo que volver mañana -por hoy- para que me digan qué fue lo que me envenenó”, añadió la vecina de Correas.
Otro caso es el de Natalia. El año pasado su perro Toby murió. Ese perro era el padre de otro cachorro que también fue envenenado con carne picada desde hace más de un año. Con esta nueva ola de matanzas, Natalia está desesperada.
"No queremos que estos asesino sigan matando perros, pero además tenemos mucho miedo por lo que nos pueda pasar a nosotros. Acá hay chicos también. A mis hijos no los dejo salir solos ni cinco minutos a la calle”, planteó y reclamó que se instalen cámaras de seguridad y se iluminen más las calles porque por la noche hay mucha oscuridad y en esos momentos se arrojan cosas que están impregnadas con veneno.
"A mis hijos no los dejo salir solos ni cinco minutos a la calle
Los vecinos reclaman que se investigue para detener al responsable.
"Queremos que juntamente con lo que investigue la Justicia el Municipio ponga cámaras en la calle y las ilumine, porque a la noche es una oscuridad terrible", comentó.
Tras conocerse este último envenenamiento masivo, la dirección de Promoción de los Derechos del Animal de la Defensoría del Pueblo intervino. La semana pasada, el titular de ese área de la repartición provincial, Marcelo Rasciatti, visitó Correas y habló con los vecinos. "Ya estábamos pensando en pedir en la Justicia que recaratulen la causa como delito porque está en riesgo la salud pública y ahora vemos que hay personas afectadas. La situación es más grave de lo que parece", afirmó el funcionario.