Al Papa Francisco le desaparece la sonrisa cada vez que le preguntan por Juan Viroche: no cree que se haya suicidado como presupone el fiscal Diego López Ávila. En la Residencia de Santa Marta guarda varios informes reservados. Allí tiene copias de las reveladoras fotos del cura antinarco con la cabeza casi separada de su cuerpo.
Por eso, según pudo saber BigBang, en el Vaticano retumba una hipótesis sobre lo sucedido el 5 de octubre en la Iglesia Nuestra Señora del Valle de la provincia de Tucumán: "Es muy probable que exista una conexión entre su muerte y su lucha contra el narcotráfico".
El Papa Francisco sospecha que al cura Juan Viroche lo mataron las bandas del narcotráfico.
Por eso, el titular de la Fundación Alameda, Gustavo Vera, quien visitó el 2 de noviembre al Sumo Pontífice, recibió el apoyo que esperaba para seguir adelante con su estrategia. Y, entonces, ayer viajó Tucumán, solicitó ser querellante en la causa que investiga la muerte del cura y exigió que inmediatamente sea enviada a la Justicia Federal.
El Papa Francisco le pidió a su amigo Gustavo Vera ser querellante en la investigación.
Es que para el legislador porteño por Bien Común, amigo de Jorge Bergoglio desde que era arzobispo de Buenos Aires, "el delito en cuestión se trata de un homicidio vinculado íntima y estrechamente a las denuncias que Juan Viroche ha realizado contra la delincuencia organizada para el narcotráfico y la trata de personas".
Los feligreses de la iglesia siguen marchando los viernes pidiendo justicia por el cura.
En su presentación judicial, Vera acusó al jefe de Investigación de la brigada de la comisaría de La Florida, Luis Alberto Bacca, cercano a los servicios de Inteligencia, de ensuciar la escena del crimen "interviniendo promiscuamente sin contar con los recaudos mínimos exigidos por los protocolos policiales para preservar los elementos probatorios".
Por su parte, el abogado Mario Baudry, quien fue de los primeros en interiorizarse de la causa por orden del Vaticano, aseguró una semana después de la muerte que el cura, asustado por las últimas amenazas, sería trasladado de parroquia el domingo siguiente, es decir, tenía una agenda programada que generaba dudas sobre la teoría del suicidio.
Los golpes en todo el cuerpo del cura hacen descreer de la teoría del suicidio defendida por el fiscal.
En la misma línea, el fiscal general ante la Cámara Federal de Apelaciones de Tucumán, Gustavo Gómez, había advertido ante BigBang que "lo de Viroche es otro caso Nisman": "El cura organizaba misas por los chicos suicidados por el paco, por eso, es imposible pensar que se suicidara". Desde entonces, la Corte Suprema de Justicia local acusa al fiscal general de "intrometerse" en la causa.
Pero el máximo tribunal de esa provincia, integrado por Antonio Gandur, Antonio Estofán y Daniel Posse, no puede oponerse a los gestos del Sumo Pontífice, quien luego de estar a solas a principios de mes con Vera, lo recibirá nuevamente la próxima semana durante el seminario sobre "Narcóticos: problemas y soluciones para este tema de nuestro tiempo". Un guiño del Papa al legislador que denuncia el asesinato del cura antinarco.