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Pronta recuperación

El Papa Francisco y la lucha contra la enfermedad: "Descansó bien, toda la noche"

El pontífice padece neumonía en ambos pulmones y pasó una noche estable, aunque su estado sigue siendo delicado.

25 Febrero de 2025 08:05
El Papa Francisco, internado por neumonía en ambos pulmones, pasó una noche estable

El mundo católico sigue en vilo. El Papa Francisco, de 88 años, enfrenta la prueba de su vida mientras permanece internado en el Hospital Gemelli de Roma, librando una dura batalla contra una neumonía bilateral que puso en jaque su frágil salud. Aunque el Vaticano intenta transmitir calma, los partes médicos advierten que la situación sigue siendo crítica y que su recuperación será lenta y compleja. En un comunicado emitido esta mañana, la Santa Sede informó que el Pontífice "descansó bien" durante la noche, en lo que se considera un pequeño alivio en medio de la tormenta. Sin embargo, el cuadro clínico sigue siendo delicado. 

El papa Francisco sufre "una infección polimicrobiana del tracto respiratorio"

Tras haber sufrido una crisis asmática prolongada y una descompensación hematológica el fin de semana, Francisco continúa con oxígeno, aunque con flujos reducidos, y se mantiene bajo observación estricta. La insuficiencia renal leve detectada recientemente no ha empeorado, pero los médicos insisten en la necesidad de prudencia. Desde su internación el 14 de febrero, la salud del Papa ha fluctuado entre leves mejoras y alarmantes recaídas. La jornada del sábado fue la más crítica hasta ahora, con un episodio de insuficiencia respiratoria que requirió intervención de emergencia. 

No obstante, las últimas horas llevaron cierta estabilidad: los análisis de laboratorio mostraron signos positivos y el tratamiento con antibióticos parece estar surtiendo efecto. A pesar de esto, los médicos evitan emitir un pronóstico definitivo. "El Papa sigue siendo un paciente frágil", advirtió Luigi Carbone, su médico de cabecera, señalando que la edad y las complicaciones preexistentes hacen que su recuperación sea incierta. Según el doctor Massimo Andreoni, experto en enfermedades infecciosas, "una neumonía bilateral en una persona anciana requiere semanas de recuperación y múltiples controles, por lo que el proceso será largo y con riesgos".

Su estado se deterioró por un ataque asmático prolongado y problemas hematológicos

Mientras Francisco lucha por su recuperación, el mundo observa con expectación y preocupación. La Plaza de San Pedro viene siendo testigo de innumerables muestras de apoyo, con fieles rezando el rosario por su salud y pidiendo un milagro. Desde los pasillos del Vaticano hasta las redacciones de los medios de comunicación, el estado del Pontífice se transformó en tema de análisis y especulación constante. Pero la incertidumbre también dio paso a la desinformación. 

En las últimas horas, redes sociales y algunos medios difundieron rumores alarmantes, desde que los cardenales fueron convocados para un eventual cónclave hasta teorías sobre un inminente traslado del Papa a una unidad médica especializada. Fuentes oficiales desmintieron estas versiones, pero el clima de tensión no cede. Incluso figuras críticas al Pontífice, como el cardenal alemán Gerhard Müller, salieron a condenar la especulación en torno a su salud. "Este es el momento de rezar, no de pensar en su sucesor", expresó en una entrevista reciente, evidenciando la preocupación dentro de la Iglesia.

A pesar del cuadro crítico, Francisco sigue mostrando señales de su inquebrantable espíritu. Desde su habitación en el hospital, retomó su actividad laboral en la medida de lo posible, revisando documentos y manteniendo conversaciones con colaboradores cercanos. Incluso tuvo un gesto de cercanía con la comunidad cristiana en Gaza, al llamar personalmente al párroco Gabriel Romanelli para expresarle su solidaridad en medio del conflicto en la región. 

El pontífice argentino, de 88 años, fue hospitalizado el 14 de febrero

"El Papa Francisco agradece a todo el pueblo de Dios que se ha reunido en oración por su salud", destacó el último parte oficial del Vaticano. Su lucha contra la enfermedad se ha convertido en un símbolo de resiliencia, pero el desenlace sigue siendo incierto. Los próximos días serán cruciales para determinar si el Pontífice logra sobreponerse a este nuevo desafío o si la Iglesia Católica deberá prepararse para un escenario más doloroso. Por ahora, el mundo observa y reza. La batalla del Papa Francisco contra la enfermedad continúa, en una lucha que trasciende lo físico y se adentra en el terreno de la fe y la esperanza.