Lleva en la sangre las ganas de ayudar y ahora seguirá de cerca el recorrido de quien lo inspira para seguir adelante con sus misiones solidarias. José Ignacio Bergoglio es uno de los sobrinos del Papa Francisco.
El viernes viajará a Chile para intentar reunirse con él. Lo hará con su novia Marina Muro, con quien lleva adelante la organización sin fines de lucro "Haciendo Lío". Pero asegura que esta vez seguirá los pasos de su tío por Sudamérica por decisión personal. "Es un viaje que hago por mis medios, tengo ganas de seguirlo de cerca. No tiene nada que ver la fundación en esta oportunidad", afirmó en diálogo con BigBang.
José tiene una ong llamada Haciendo Lío.
"Tengo ganas de estar, de verlo. Ojalá llegue a tener una reunión con él, pero no siempre se puede. Pero intentaré estar lo más cerca posible", suma.
El lunes por la noche Francisco comienza su recorrido por Chile. Tiene seis actividades programadas. Tras su arribo deberá prepararse para encabezar una misa entre las que destacan la misa en el Parque O'Higgins y luego irá al Centro Penitenciario Femenino. El miércoles viajará Temuco, en donde hará una eucaristía masiva. También conversará con jóvenes universitarios y cumplirá con otros compromisos. En medio de todo su itinerario, José intentará estar con él.
La visita de Francisco a Chile comienza el lunes por la noche.
"Tengo pensado llevarle una foto familiar. Quiero darle algo más personal. No un mate o un dulce de leche como se dice. Se dice mucho sobre su gusto por el dulce de leche y demás cosas, pero de eso no habrá nada en los regalos. Será algo pequeño más nuestro, de la familia", cuenta con los ojos emocionados.
La última vez que lo vio fue en julio de 2015 José en Paraguay. No tuvo un trato preferencial, solo habló con él unos minutos y una foto registró ese momento. "Hace mucho que no lo veo, pero hablamos todos los fines de semana. Mi mamá María Elena, mi hermano, yo, todos hablamos con él", cuenta. Y sin mucho más preámbulo surge la pregunta de por qué cree que el Sumo Pontífice no armó un viaje para visitar Argentina.
José junto a su tío en Paraguay.
"Tengo pensado llevarle una foto familiar
"Por lo que nos cuenta y porque sabemos cómo piensa entendemos que él no maneja toda la organización que abarca la liturgia. No puede venir de incógnito como se dijo. Son varios los motivos. Primero, tiene 82 años. Hay que entender que son muchas horas de viaje, e implica una movilización grande. Imaginate, cómo se disimula un señor vestido de blanco, rodeado de más señores. No es posible", dijo con humor y reflexionó sobre los que comparan las actividades de su tío con las del Papa Juan Pablo II.
El Papa continúa su gira por Perú.
"Muchas veces lo compararon con el Papa Juan Pablo II pero no tenía la misma edad, era un Papa mucho más joven. Además Polonia (de donde era oriundo) queda a dos o tres horas de Italia. No es lo mismo que venir 12 horas en un avión hacia Buenos Aires. Ya llegará el momento, no hay que tener ansiedad, él está haciendo todo para llevar su mensaje de paz a todos y hay que salir al mundo como dice y lo está haciendo a su ritmo", explicó.
El 13 de marzo se cumplirán cinco años de Bergoglio como el máximo referente de la religión católica. Y hasta el momento, sólo José logró verlo. "La visita de un Papa a donde sea es una bendición, es lo máximo como expresión de esperanza y fe y hay lugares donde necesitan con urgencia que él se haga presente. Pasamos muchas cosas como país pero hay que rezar por él y esperarlo", concluyó.