El pasado la obligó a declarar como testigo. Rocío Oliva, actual pareja de Diego Maradona, quien era jugadora de fútbol de River y pareja de Pablo Girón, coautor del homicidio de Gonzalo Acro, declaró como testigo en el segundo juicio que sigue buscando más respuestas de las que no se lograron el primer juicio.
La guerra interna de River no es un tema acabado. El 7 de agosto de 2007 Acro fue asesinado mientras salía del gimnasio de Villa Urquiza donde practicaba boxeo, y donde fue atacado con dos balazos. Murió el 9 de agosto.
Gonzalo Acro fue asesinado a la salida de un gimnasio de Villa Urguiza.
Por su crimen fueron condenados cinco barras a cadena perpetua. El fallo condenatorio espera una confirmación de la Justicia para que la sentencia quede firme. Alan y William Schlenker, quienes dirigían la barra millonaria por entonces, junto a Rubén Pintos, Ariel Luna (autor del crimen) y Pablo Girón esperan desde hace cuatro años una decisión de la Sala 1 de la Cámara de Casación. El fallo se dio a conocer el 8 de septiembre de 2011, pero fue apelado por Girón, ex pareja de Rocio Oliva en el momento del crimen. Están todos presos menos Willima Schlenler (Alan está en presión, además, por otra causa).
Pablo Girón se encuentra en prisión, esperando que se confirme o revoque la sentencia de perpetua como coautor del crimen.
En exclusiva, BigBang, accedió a la declaración de la mujer de Diego Maradona.
“Vine a aportar pero hace años que quedé desvinculada. En agosto 2007 fui novia de Pablo Girón. Íbamos y veníamos. Después del día del hecho estuvo en casa y llegó cerca de la noche. No me comentó nada sobre el incidente. Lo noté como siempre igual siempre estuve al margen de los temas de su relación”.
Sobre la disputa en los Borrachos del Tablón, divididos por el poder de la barra, expuso: “Sabía que estaba enojado con otro grupo, con el que estaba dividido, pero desconozco los nombres. Siempre fui a la cancha. Fui jugadora del club desde los 15 años e iba a la cancha. Conocí las peleas de la barra a través de lo que se supe a través de los medios. Del crimen de Acro, me enteré por la televisión y no lo podía creer. Eran amigos Pablo (Girón) y Acro, y antes del hecho tengo conocimiento que lo era.
También el Tribunal le preguntó sobre la situación económica y con qué medios contaba Girón para subsistir. “Girón vivía de ventas de camisetas, como viven muchos de ellos (los barras). No tenía trabajo fijo. Cuando él pasó a estar prófugo, perdí relación y se hacía difícil encontrarnos”.