Quien siguió la carrera de Gastón Pauls en Montaña Rusa poco se imaginaba el presente que hoy transita el actor de 47 años. Luego de combatir sus adicciones, se convirtió en un orador motivacional y abrazó la fe en Dios.
"Pedí ayuda a Dios"
Según relató en diálogo con Ciudad.com, su "click" comenzó en el año 2007 de la mano de la frustración al no poder hallar una manera exitosa de abandonar el consumo de alcohol y drogas."Había intentado ya todas las maneras posibles y, en la hora más desesperada, como le ocurre a muchos no creyentes, no fui el único que levantó la mano y le pidió ayuda a Dios. Y la ayuda vino", relató.
"Yo ya había arrancado mi recuperación y para mí fue fundamental ese primer paso. Levanté la cabeza y pedí ayuda a Dios. Después empecé a ir a este grupo anónimo de recuperación y, después de eso, conecto mucho más fuerte todavía con la fe".
De laico a hombre de fe
Sin embargo, Pauls también reconoció que ya en el 2003 se había sentido conmovido al presenciar un acto del pastor evangélico Luis Palau. "Yo no creía en nada. Era absolutamente laico. Verlo predicar en el Monumento de los Españoles fue realmente impactante. Yo no tenía ningún tipo de acercamiento religioso evangélico, pero me conmovió la esperanza y la hermandad que había", recordó.Y si bien hasta terminó encarnando a Palau en una película, el actor asegura que actualmente no se identifica con ninguna religión. "Me identifico con la fe, con Dios y lo que Dios día a día hace en mi corazón. Yo trato de predicar con eso. Cuando uno predica está dando un testimonio, nada más. Cuando uno ve la naturaleza como las Cataratas del Iguazú, decís 'esto no está hecho por un arquitecto humano'. Sirve para salir un poquito de la demagogia y el egocentrismo. Está bueno saber que hay algo por encima nuestro", describió.
Girando por el país
Así, predicando, Pauls recorre hace un año y medio ciudades y pueblos de todo el país ofreciendo charlas en las que testimonia en primera persona sus vivencias luchando contra las adicciones.
"Cuento lo que me pasó, lo que viví, lo que sufrí y también por dónde apareció mi recuperación. De alguna manera, es compartir y ojalá eso sirva para prevenir", ilustró. "En este año y medio, he recibido mucha devolución: desde gente que en una charla levanta la mano y dice 'yo soy adicto y es la primera vez que lo digo' hasta otros que cuentan que su padre o su madre lo están haciendo. Son muy potentes las charlas".
Además, Pauls reveló que también intenta transmitirle sus experiencias a sus hijos, Muna y Milo, a quienes también lleva a veces en sus giras. "Agustina (Cherri, su ex mujer y madre de los chicos) está de acuerdo. Nunca me ha dicho 'no lo hagas', en ese sentido me siento con la felicidad y la libertad de poder hacerlo", reveló.