09 Enero de 2016 22:01
“Felicito a las fuerzas de seguridad por la captura de los prófugos”, tuiteó hoy a la tarde el presidente Mauricio Macri. “Le transmití mi admiración a la gobernadora bonaerense por haber capturado a los prófugos”, se sumó la vicepresidenta Gabriela Michetti. “Hoy dimos el primer paso en nuestra lucha contra el narcotráfico”, concluyó María Eugenia Vidal.
Sin embargo, lo que en un principio parecía ser la caída de los tres condenados por el Triple Crimen, finalmente fue la detención de Martín Lanatta.
Martín Lanatta fue capturado por tres agentes de la comisaría quinta de Cayastá en Santa Fe.
El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) n° 2 de Mercedes había condenado el 20 de diciembre de 2012 a prisión perpetua a los hermanos Martín y Cristián Lanatta y Víctor y Marcelo Schillaci por los asesinatos de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina, cuyos cuerpos aparecieron el 13 de agosto de 2008 en General Rodríguez.
Víctor Schillaci
Los periodistas Emilia Delfino y Rodrigo Alegre pudieron reconstruir en su libro “La Ejecución” el perfil psicológico de Víctor, el hermano del medio de la familia Schillaci: más temperamental que Franco (menor), pero menos impulsivo que Marcelo (mayor). Diferentes problemas, misma solución: Víctor intenta arreglar todo a través de amenazas de muerte, golpes de puño y exhibición de armas.
Víctor Schillaci intenta arreglar todo a través de amenazas, golpes y exhibición de armas.
Los tres hermanos Schillaci tenían un taller mecánico en la calle 24, entre 138 y 139, en la localidad de Berazategui. Allí vendían autos de carrera, motos y aceites. Así fue como conocieron a quienes luego serían sus socios delictivos: los hermanos Lanatta.
Cristian Lanatta
El menor de los hermanos Lanatta fue quien, desde la fuga, visitó dos veces a su ex suegra en Berazategui. La primera, el mismo 27 de diciembre, para pedirle plata. La segunda, el 31 de diciembre, para robarle la camioneta con la que, junto su hermano Martín y su amigo Víctor, se escapó desde el sur del conurbano bonaerense hacia el norte del conurbano santafesino.
Cristián Lanatta pierde la “paciencia” más fácilmente que su hermano recapturado Martín.
“Vas a aparecer en un zanjón”, es la frase que repite Cristian a quien se anime a hacerle frente. En un zanjón de General Rodríguez aparecieron muertos las víctimas del Triple Crimen. En un zanjón de Ranchos debieron protegerse del tiroteo dos policías que habían intentado detener a los prófugos del penal de máxima seguridad de General Alvear.