El pedido de prisión preventiva firmado por la fiscal Verónica Zamboni a los rugbiers acusados del homicidio de Fernando Báez Sosa, incluyó como parte de sus fundamentos los chats que los acusados intercambiaron la noche del crimen.
"Estoy acá donde está el pibe y están todos a los gritos. Está la policía, llamaron a la ambulancia. Caducó", puede escucharse en un mensaje de audio enviado por Lucas Pertossi a sus amigos a las 4.55 de la madrugada del sábado, probando que sabía que Fernando estaba muerto.
LOS CHATS
Mientras se entrecruzan mensajes que dan a entender que el grupo está disperso y buscan reunirse, en otro mensaje, Pertossi envía una foto de una parte del grupo comiendo en un local de McDonald's. Lo mismo hace Máximo Thomsen, mostrando que Pertossi se cambió de ropa luego de la golpiza.
Más tarde, Ciro Pertossi advierte al grupo que "no se cuenta nada de esto a nadie", otra vez evidenciando la intención de ocultar el homicidio. "Ya contaron, porque Santino preguntó qué onda que nos peleamos. Son re loros, amigo. Dejen de flashear", señala Matías Benicelli.
Después de ese mensaje, hay cuatro horas de inactividad en el grupo que sugieren que los rugbiers se fueron a dormir. "Policía afuera", escribe Ciro Pertossi para romper el silencio a las 10.38 de la mañana, minutos antes de que se procediera a la detención del grupo.
Encubrimiento y abandono
"Claramente se desprende que los imputados estaban totalmente al tanto de lo sucedido con Fernando como de su fallecimiento, dado que Lucas Pertossi según el audio vuelve al lugar del hecho y avisa a los restantes miembros del grupo", señala la fiscal Zamboni en relación a los audios.Para la funcionaria judicial, además, los mensajes apuntan al intento de un pacto de silencio y a la inmediata huida de los homicidas del lugar del hecho, sin que ninguno de ellos haya intentado auxiliar a la víctima.