La decisión del príncipe Harry y Meghan Markle de apartarse de sus funciones en la Corona británica para ser financieramente independientes desató la sorpresa de la reina Elizabeth II y el resto de su familia, quienes decidieron encarar una serie de reuniones para acordar una "salida limpia".
Así, este sábado se supo a través de un comunicado del palacio de Buckingham que los duques de Sussex ya no podrán utilizar el título de Su Alteza Real y dejarán de recibir financiamiento público "dado que ya no son miembros en activo de la familia real".
Además, la pareja deberá apartarse de los compromisos públicos reales y dejará de representar a la monarca. Por su parte, Harry perderá los rangos de comandante de honor de la Royal Air Force y de capitán general de los Royal Marines, que recibió de manos de su abuelo, el príncipe Philip, quien lo llevó desde 1953 a 2017. También deberá renunciar a su rol de embajador de la juventud de la Commonwealth.
¿Una ayudita de Charles?
Como duques de Sussex, sin embargo, podrán continuar patrocinando de manera privada a las organizaciones y proyectos sociales que apadrinaron hasta ahora.Y, según declaró a la BBC una fuente cercana a la familia real, el príncipe Charles, padre de Harry, decidió continuar apoyando financieramente a su hijo y nuera si así lo necesitan.