21 Noviembre de 2019 18:25
El príncipe Andrew de Inglaterra, hijo de la reina Elizabeth y tío de los príncipes William y Harry, anunció oficialmente que se retirará de la vida pública a causa del escándalo desatado cuando se reveló su amistad con el empresario estadounidense Jeffrey Epstein, hallado muerto en su celda en agosto mientras aguardaba un juicio por pedofilia y trata de menores.
"Le he preguntado a Su Majestad si podía retirarme de mis actividades públicas por tiempo indefinido, y ella me ha dado su permiso", señaló en un comunicado en el cual admitió que su vínculo con Epstein "se ha convertido en un gran obstáculo" para el trabajo de la familia real británica y "la valiosa labor de las muchas organizaciones y caridades" con las que colabora.
En el texto, Andrew asegura estar "totalmente arrepentido" de su "pésimamente calculada" relación personal con el empresario fallecido. "Su suicidio ha dejado muchas preguntas sin respuesta, particularmente para sus víctimas, y expreso mi más profunda compasión con cualquiera que se haya visto afectado y que esté buscando la forma de dar vuelta la página", aseguró.
El príncipe también expresó que está "totalmente dispuesto a colaborar con la justicia en cualquier investigación si es necesario".
El sábado, el príncipe ofreció una entrevista con la cadena BBC que fue ampliamente criticada por su aparente falta de empatía hacia las víctimas de Epstein. Allí, negó las acusaciones de Virginia Giuffre, una de las víctimas de trata de Epstein, quien aseguró que fue obligada a los 17 años a tener sexo con él. Además, llegó a decir que una fotografía que circuló ampliamente por medios y redes sociales, que lo muestra abrazado a la menor, fue trucada.Leé más: El escándalo de abuso de menores que salpica al príncipe Andrew, tío de William y Harry
La relación entre el príncipe y Epstein está ampliamente documentada: el magnate concurrió públicamente a varios eventos organizados por la realeza e incluso le brindó un préstamo de 18.000 dólares a Sarah Ferguson, ex esposa de Andrew.
En 2011, cuando el empresario ya había sido obligado por la Justicia a registrarse públicamente como ofensor sexual, medios ingleses publicaron una imagen que lo mostraba paseando y dialogando con el príncipe, hecho que forzó a su renuncia como representante de inversiones internacionales y comercio del gobierno de Inglaterra.