A días del fin de la tercera fase de la cuarentena, la infectóloga Carlota Russ, miembro del comité de expertos que asesora al Gobierno sobre la pandemia de coronavirus, conversó con BigBang acerca del futuro de la cuarentena, y anticipó que es posible que el regreso de las clases se postergue hasta después de la mitad del año.
Además, planteó su preocupación respecto al avance de los contagios en villas y barrios vulnerables, luego de que el Ministerio de Salud porteño informara este martes que había seis personas fallecidas por Covid-19 y 249 infectados en asentamientos de la Ciudad.
Russ es una de las infectólogas con mayor experiencia en el país y forma parte del comité de 18 expertos que asesoran al Gobierno y que han mantenido varias reuniones con el presidente Alberto Fernández, a quien describe como un hombre “curioso” que suele hacer preguntas e informarse antes de cada encuentro. Además, anticipa que después del 10 de mayo se podrían abrir lentamente algunas actividades, aunque remarcó que por zona geográfica, y señaló que en la Capital y el Conurbano bonaerense continuarán las restricciones.
-¿Qué balance hacés de la nueva fase de la cuarentena?
-Estamos dentro de lo esperado, bien. Estoy preocupada por la aparición de varios casos en lugares o comunidades especiales, barrios carenciados, donde en realidad es difícil mantener el aislamiento, la distancia social, el lavado de manos y todo lo necesario para prevenir los contagios. Veo que se están ocupando de ese tema, vi que fueron a la Villa 31, que están investigando casos, buscando casos nuevos y probables contactos. Me parece que está dentro de una estrategia deseable para instrumentar.
-Este martes el Ministerio de Salud porteño informó que había seis muertes y 249 casos positivos en villas de la Ciudad. ¿Pueden aumentar en los próximos días?
-Si no se toman medidas, sí. En esos lugares lo más importante es buscar los contagios y detectar los casos sospechosos antes de que se siga diseminando.
-¿Cómo imaginás que serán los próximos días después del 10 de mayo?
-De acá al 10 de mayo pienso que será como hasta ahora, tratando de mejorar la situación en comunidades cerradas, como barrios vulnerables, también geriátricos y en el personal de la salud, buscando detectar siempre a los casos sospechosos. Eso se tiene que intensificar. Y después cómo sigue la cuarentena será algo a evaluar en esta semana: creo que va a haber cambios, se abrirán algunas actividades, tiene que haber diferencias geográficas vinculadas a la cantidad de población, el número de casos y la posibilidad de sostener que no sigan aumentando. Eso supongo que se intensificará. La decisión final la tomará el presidente.
-La discusión previa a la nueva fase tenía que ver con las salidas recreativas, puntualmente de los más chicos. ¿Es posible que muchas provincias y ciudades que hasta ahora no lo habilitaron lo empiecen a permitir?
-Yo creo que sí, pero especialmente en los lugares donde se pueda hacer sin tanta cantidad de población. No me lo imagino en Capital Federal ni en la provincia de Buenos Aires. Habrá que encontrar una estrategia que permita que salga la gente sin que se descontrole y haya demasiada gente en la calle. Si se pudiera lograr eso, se podría instrumentar.
Leé más | La cuarentena en la Ciudad pos 10 de mayo: qué actividades podrían retomarse y en qué condiciones
-¿Se está avanzando lentamente hacia una fase de la cuarentena con más “autocontrol” de las personas en lugar de un control más fuerte de parte del Estado?-Eso sería lo ideal, habrá que ver si estamos preparados para esto. Esto ha pasado en muchos países del mundo, algunos tienen una idiosincrasia que lo permite, y de algún modo a eso se apunta. No sé si nosotros somos esos países. Nuestra desobediencia es muy latina.
- O sea que esa desobediencia puede llegar a hacer que se nos demore un poco más la salida.
-Sí, si no nos portamos bien va a ser muy difícil.
-¿Cuándo van a regresar las clases, los deportes, los espectáculos culturales, la actividad económica?
-No se sabe exactamente una fecha. Sí se sabe que los espectáculos masivos, deportivos o culturales, van a demorar mucho en retomar la normalidad. Aquello que aglutine a mucha gente será lo último en volver. Es probable que de a poco puedan retomarse algunas actividades económicas. Con respecto a las clases, no veo un panorama muy cercano, a lo mejor después de la primera mitad del año se pueda pensar en una forma escalonada, por niveles, al principio los jardines y por último las universidades. Pero no se ha hablado por ahora. Si uno mira lo que ocurre en otros países, esto se empezó a instrumentar de a poco, con muchos protocolos. Todo lo que motive un gran caudal de gente en el transporte va a permanecer muy limitado, y nosotros tenemos un problema que es que gran parte de la gente que vive en la Provincia se moviliza a la Capital para trabajar o estudiar, y el desplazamiento es una de las cosas que más nos preocupa.
-El vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, planteó flexibilizar la cuarentena y permitir actividades como el take away en restaurantes y bares. ¿Es posible de cara a los próximos días?
-Es posible, pero no es muy seguro. Sobre la marcha hay que ver cómo se instrumenta y si la gente respeta el distanciamiento. En una fila, siempre las personas tratan de acercarse, es una costumbre que hay que cambiar. No es una locura pensar en el take away, como tampoco sería imposible pensar en que abran las peluquerías o las manicuras, siempre que se respeten los protocolos. Si todos van el mismo día y al mismo tiempo, va a ser muy complejo.
-Se acerca el invierno y es posible que en los próximos días comiencen los días más fríos. ¿Es un tema para preocuparse?
-Me preocupa, sobre todo para la gente que no puede cumplir el distanciamiento adecuado. En invierno se cierran las ventanas y en los lugares cerrados o más chicos es un poco alarmante.
Leé más | "Es con todas": el ala feminista del oficialismo se quejó por la foto de Alberto con gremialistas y empresarios
-O sea que el frío no hace que el virus mute, sino que más gente se enferme por los virus respiratorios habituales para esta época del año.-Claro, pero además hay un extra: normalmente todos los inviernos circulan virus respiratorios, siempre pedimos que la gente se lave las manos, tosa sobre el pliegue del codo o no salga si tiene síntomas. Ahora está todo el mundo encerrado, entonces la circulación de virus respiratorios es más baja.
-¿Cómo son las reuniones con el presidente Alberto Fernández y tus colegas infectólogos e infectólogas?
-Nosotros nos conocemos entre todos, somos 18 personas. En general nos comunicamos todos los días varias veces por WhatsApp, intercambiamos notas, material bibliográfico. Cada tanto surge necesidad de reunirnos y lo hacemos por Zoom para plantear algunas recomendaciones o normas, suelen ser reuniones muy largas, de hasta tres horas. Manifestamos nuestras posiciones. Luego el Ministerio de Salud nos convoca, a veces para que trabajemos un determinado tema y otras ocasiones para ver cuál es la posición o la recomendación para la siguiente fase. Nosotros elaboramos un documento interno, con opinión de casi todos, que se le presenta al presidente, que es quien decide si nos llama o cuándo lo hace. En las reuniones él manifiesta sus dudas, hace acotaciones, toma nota. Nosotros nunca sabemos cuál es la decisión final que él toma.
-¿Les hace muchas preguntas?
-Sí, es una persona muy curiosa. No sólo hace preguntas, conoce los temas que vamos a tratar, se informa. A partir de eso le surgen dudas.