24 Mayo de 2020 15:50
Uno de los rubros más castigados por la pandemia del coronavirus (Covid-19) es el gastronómico. Bares y restaurantes se encuentran casi vacíos, aún en los países que ya empezaron a salir de la cuarentena, por miedo al contagio. En Italia, que es uno de los países en donde el virus golpeó más fuerte, los dueños de los locales empezaron a poner en práctica una singular forma: eliminar los menús de papel y sustituirlos con un código QR.
El procedimiento, que no es el único dentro del protocolo sanitario en restaurantes, consiste en sentarse en la mesa, escanear el código y elegir entre algunas de las opciones que hay en la carta. De esa forma suceden dos cosas. La primera se evita tener que higienizar todo el tiempo la carta física (por el contacto con diferentes comensales), al tiempo que se reduce el tiempo de cercanía entre el mozo y los clientes.
La aceptación, según consignaron diferentes comensales a la agencia de noticias Reuters, fue buena. “Finalmente, después de dos meses y medio de prisión, me las arreglé para salir, no solo para ir al supermercado sino a un restaurante. Es una gran satisfacción y si comes bien, es aún mejor“, dijo Stefano Prati. El comensal de 53 años acababa de terminar de comer un plato de “pasta alla carbonara”, una especialidad romana, en Da Enzo, un restaurante escondido en el barrio de Trastevere.
A su vez, las medidas de higiene y distancia social se reforzaron luego de la pandemia, con cocineros que preparan los platos con máscaras y guantes. A eso se le sumó que las mesas se han reducido casi a la mitad y se han reorganizado para estar al menos a un metro de distancia, con pegatinas del logotipo del restaurante punteadas en rectángulos en el piso para mantenerlas allí.
En Argentina uno de los restaurantes que empezó a tomar algunas medidas para poder adelantarse al posible protocolo es El Imparcial. En diálogo con BigBang su dueño, Jorge Dutra, contó algunas de las medidas que tomó. “Nadie sabe qué nos pueden llegar a pedir, y cuándo, para poder volver a abrir normalmente. Por eso hay que estar preparando, en lo que se pueda, de antemano”, afirmó
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En El Imparcial se pueden ver los tapabocas que mandó a elaborar para los comensales, los paneles de acrílico para separar las mesas y hasta para separar a los comensales dentro de una misma mesa, el protocolo para el uso del baño, las máquinas expendedoras de alcohol en gel y hasta una cámara de higiene que está instalada en la puerta en la cual se utiliza alcohol 70 para “limpiar” del virus a cada persona que quiere entrar.Dutra contó que muchas de las cuestiones que implementó las sacó de su socia, que se encuentra en España imposibilitada de volver a Buenos Aires y estuvo viendo cómo se preparaban los diferentes restaurantes de allí. “Nosotros tenemos pensado darle todas las opciones al cliente para que se sienta cómodo y seguro”, agregó el empresario.