Micaela García, la joven asesinada en Gualeguay, era una luchadora. Solía llevar comida, libros y pañales a comedores infantiles. A los chicos, que hoy lloran su femicidio, les decía "gurises".
"Quería estar con ustedes de alguna manera. Saben que tengo algunos problemas serios y me cuesta movilizarme y salir. Sé que Micaela era una bella muchacha, muy solidaria. Tenia una carga de compasión y piedad que hoy en día son cualidades que no abundan". Ese fue el mensaje del Indio Solari en homenaja a Micaela, presuntamente asesinada por Sebastián Wagner.
Micaela y una remera que simboliza todo.
El novio de Micaela, Alejandro Jacquet, se refirió a la tarea social que desarrollaba su novia.
Alejandro remarcó que Micaela "era muy querida".
"Era muy querida", rememoró en la charla que tuvo con BigBang. "Siempre que no estaba, todos preguntaban por ella. Era la primera en motivar al resto, en proponer ideas. Solía decir 'si no lo hacemos nosotros, no lo hace nadie'".
Jacquet se refiere, claro, al costado militante de Micaela, quien pertenecía al Movimiento Evita y participaba en un amplio abanico de actividades inclusivas en los barrios de Gualeguay, incluyendo eventos deportivos, apoyo escolar y trabajo voluntario en el merendero de Villa Mandarina.
Fuerzas en el dolor
"Por ahí esa forma de ser de ella, luchadora, te da fuerzas a vos", se consuela Alejandro. "Sino, sería muy difícil. Sólo de ratos te dan ganas de seguir como ella hubiera querido".
"Su forma de ser, luchadora, es la que nos da fuerzas", asegura Alejandro.
Sobre el recuerdo, sin embargo, se posa la furia: Jacquet está convencido de que Wagner no actuó sin ayuda y no se olvida de pedir justicia. "Quiero que todos los cómplices de él no salgan más de la cárcel", subraya. "A ésto no lo hizo solo, todos tienen que pagar en igual medida".