Luego del paro dispuesto por la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro, el cual paralizó los viajes entre las 13 y las 17 de las seis líneas del subterráneo, el servicio volvió a funcionar, por lo que lentamente los trenes retomarán sus salidas.
Según informaron los trabajadores, la medida se tomó en reclamo por mejoras en las condiciones laborales y la designación de más personal para las dos nuevas estaciones, aunque Metrovías asegura que el sindicato tomó "de rehenes a los usuarios”.
La decisión había sido anunciada esta semana, aunque este viernes por la mañana hubo una nueva reunión entre los trabajadores y autoridades de la Secretaría de Trabajo con la empresa Subterráneos de Buenos Aires SE (Sbase). El encuentro fracasó, por lo que, pasadas las 13 los metrodelegados paralizaron las seis líneas de subte y el premetro.
Los trabajadores reclaman desde hace semanas por mejoras en las condiciones laborales: exigen mejoras en la frecuencia y buscan que Metrovías contrate más personal para las tres nuevas estaciones de la línea E, inaugurada hace pocos meses, Retiro, Correo Central y Catalinas. Además, exigen que se declare la “emergencia en la línea E”.
Por su parte, Metrovías informó este mediodía que el reclamo es “totalmente injustificado” y que “la dotación de personal de la línea E se encuentra completa con las necesidades operativas”, al tiempo que descartó que exista un “faltante de personal” para las nuevas estaciones. “La línea E trabaja con siete trenes, no se puede trabajar”, se quejó el líder de Metrodelegados, Néstor Segovia.
La empresa concesionaria del servicio adelantó que realizará las denuncias correspondientes contra los trabajadores que se plieguen al paro, y advirtió que se aplicarán sanciones a los empleados que obstaculicen o impidan el normal funcionamiento del servicio.
El vocero de Metrodelegados, Enrique Rositto, sostuvo que las últimas audiencias con la empresa y autoridades del gobierno porteño fracasaron, e insistió en que hubo un “incumplimiento” de Metrovías y Sbase sobre los planteles mínimos de personal de estaciones acordado en 2013, y reprochó que la concesionaria “no garantiza las condiciones de seguridad cotidianas”.