Como si fuera un oasis de solidaridad en medio de un desierto de concepciones individualistas, emprendedurismo competitivo y una generación que afirma ser su propio jefe, Mundo Nuevo da una pelea desde el barrio porteño de Villa Crespo. Esta escuela cooperativa, que enseña valores colectivos a niños y niñas de jardín y primaria, existe desde 1972 y desde 1976 está en un edificio al que quiere comprar, pero la cruel realidad del mercado no se lo permite. Sí pudo hacerse con una de las seis partes que heredaron la gigante propiedad de Serrano al 557, aunque casi cinco décadas después de haberse instalado allí, parece muy poco.
Es por eso que su principal campaña desde hace unos años es la de conseguir el apoyo de la comunidad a través de aportes económicos destinados a ese fin. Como agravante, las actuales gestiones políticas, tanto de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) como de la Nación, no parecen propensas a extender la mano del Estado para ayudar a la cooperativa, como sí lo hacen con bancos y otras empresas amigas.
BigBang visitó el lugar y habló con Melina Merkier y Sebastián Coan, dos profes de taller de una institución que hace del arte un pilar de su impronta y que divulga valores que van en contramano de los modelos actuales que le ofrecen a la población alternativas del tipo sálvese quien pueda y los atajos supuestamente fáciles como el trading, las criptomonedas y las apuestas deportivas.
¿Cómo viene la disputa por el edificio propio?
Melina: Es un desafío, porque el acceso a la propiedad en la CABA es muy difícil. En este momento alquilamos como hace 50 años. Desde 2016 logramos ser parte del condominio, pudimos comprar un sexto de la propiedad con ahorros propios. El resto de los dueños está decidido a vender, nosotres estamos decididos a comprar. El problema es que conseguir la plata para comprar la totalidad de la propiedad, para una cooperativa de trabajo, en este contexto y sin la posibilidad de acceder a un crédito, se vuelve muy cuesta arriba. Hace años venimos ahorrando para poder concretar este objetivo, que es lo que nos permite seguir creciendo como proyecto, en puestos de trabajo y sosteniendo en el tiempo este proyecto político pedagógico, pero cualquier persona que viva en la CABA y sepa lo que están las propiedades, sabe que como fruto de nuestro trabajo es muy difícil juntar ese monto.
¿Son una oferta diferente a la que dan otros colegios de la zona?
Sebastián: Somos una oferta. No sé si diferente. Intentamos hacer nuestro camino y que esté la impronta dentro del proyecto político pedagógico que tiene la escuela, que tenemos en la cooperativa. Esto está en todos los detalles, en la forma en que pensamos las clases, los talleres culturales, cada situación que sucede dentro de la escuela. Intentamos que esté la impronta cooperativa y los valores que representa el cooperativismo por dentro. Eso le ofrecemos a las familias que son parte de esta comunidad.
Melina: Nosotres decimos que nuestro proyecto político pedagógico es indisociable de nuestra forma de organizar el trabajo. Entonces, todo lo que vivimos como trabajadores y trabajadoras en tanto a organización colectiva, gestión colectiva, la convivencia entre personas y la posibilidad de toma de decisiones, se traslada a las diferentes propuestas y hay un montón de prácticas cotidianas que hacen al hacer cooperativo para los chicos y las chicas, en consonancia con todo lo que hacemos.
¿Dónde están juntando el dinero?
Melina: Tenemos una campaña que se llama Un Mundo Nuevo para todes, y si entran a nuestra página (escuelamundonuevo.edu.ar), van a encontrar una solapa que dice 'colaborá'. Y ahí van a ver los distintos mecanismos de aportes: únicos, fijos, y mensuales en pesos y en dólares. También pueden ver en nuestro Instagram (@mundonuevocoop) donde están todas las especificaciones. Mientras a más personas llegue mejor, porque entendemos que de eso se trata la economía social y el cooperativismo: que entre todes entramades podemos sostener proyectos que nos hacen bien como sociedad. Quizás no cualquier persona puede donar un monto muy alto, pero sí muchas personas pueden donar montos más accesibles.
¿Consideran que exista una posibilidad de que políticamente esto pueda avanzar con legisladores de la oposición? ¿Reciben apoyo político por esta causa?
Melina: Sí. La verdad que hace muchos años venimos vinculándonos con figuras de diferentes ámbitos, en otras épocas del Ministerio de Trabajo, del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES), que hoy ocupa la oposición y nos acompaña. El diputado Eduardo Toniolli hace dos años presentó un proyecto donde desde Mundo Nuevo, a través de la Federación de Escuelas de Gestión Social, Cooperativa y Comunitaria, escribimos para poder impulsar la reglamentación de la gestión social cooperativa y comunitaria en todo el país, que está nombrada en la Ley de Educación Nacional de 2006, pero al no ser promulgada, nunca se le otorgó un financiamiento específico. Y a través de la promulgación también podríamos conseguir un financiamiento todas las escuelas como las nuestras.
¿Cómo es educar de forma cooperativa?
Sebastián: Es entender que todes tenemos la posibilidad de poder participar, de poder crear el espacio donde estamos trabajando. Obviamente con diferentes responsabilidades y miradas, pero intentando siempre la autogestión desde niñes, a medida que van pasando por grados y talleres. Es pensar desde les adultes las situaciones en conjunto, el trabajo en equipo es fundamental. Con eso vamos pensando y armando las propuestas, escuchando lo que nos traen les chiques. Hay un grupo de delegades de primaria, donde se juntan una vez por semana para charlar pedidos que tienen hacia la escuela. Desde esa manera vamos trabajando y haciendo que realmente el trabajo y la convivencia dentro de la escuela sea armada por todas las personas que habitamos acá.
¿Se construye entidad política desde Mundo Nuevo?
Sebastián: Sí, no partidizamos la mirada, porque dentro de la cooperativa tenemos diferentes miradas en ese sentido. Pero sí la discusión o las situaciones que nos atraviesan cotidianamente o diferentes hechos históricos son tomados y trabajados, dependiendo de las edades y lo que vengan trabajando durante el año. No se busca nunca la mirada únic,a sino el ir conversando lo que va sucediendo.
Melina: Sobre todo el ejercicio de la participación. Desde el cuerpo de delegades, pero también desde un montón de otros espacios, como las rondas de convivencia en cada aula, que son quincenales. La elección de abanderades es distinta a otras escuelas en donde en vez de que sea por nota, en un carácter meritocrático, les chiques piensan un criterio que consideran importante destacar, y luego las personas que cumplen con ese criterio y a lo largo de todo el año, todes les integrantes de los grados van pasando por la bandera por alguna cuestión que vale la pena resaltar. El ejercicio de la participación, la toma de posesión, poder argumentar, todo eso es construcción política. Tiene que ver con el ejercicio de la reflexión crítica y con que les chiques están involucrades permanentemente en la toma de decisiones, la gestión, e incluso pensar cómo se comparte el conocimiento, que no lo pensamos como una propiedad privada. Acá no es que no hay que copiarse. Es al revés, se comparte el conocimiento. Todo eso, para nosotres, arma sujetes politicos. Y tiene que ver con que la democracia no sea sólo representativa, sino también participativa.
¿Vienen egresados a agradecerles esta educación tan distinta?
Melina: Sí, todo el tiempo. De hecho hace un ratito vinieron unes egresades y estuvimos haciendo un reencuentro. Por ejemplo en sexto grado todos los años se hace un proyecto de convocar egresades que cuenten en qué secundaria están, para que les chiques vayan eligiendo. Una de las cosas que más traen es la capacidad de trabajar en grupo. Se encuentran con que otres no tienen esa práctica tan arraigada y les cuesta poder generar esos espacios de organización colectiva, ya sea para un trabajo práctico como para el centro de estudiantes. Acá hay una práctica que está muy arraigada. También tenemos egresades de muchos años que también nos van contando las elecciones que van haciendo en la vida, y muches están muy vinculades con la construcción colectiva, la participación, lo artístico. Hace dos años hicimos la fiesta de los 50 años y vinieron de todas las camadas, contando cómo este espacio fue de resistencia en la dictadura, en los 90, también en el presente, a las ideas que pugnan por el individualismo. Desde 1972 para acá, no hubo muchos momentos en donde se fomente mucho lo colectivo, sino que siempre estuvo muy discutida esa idea.
Sebastián: Desde los pequeños detalles, como los útiles comunitarios, que los usan todos, y el cuidado es responsabilidad de elles y les docentes. Intentamos que cada detalle tenga la impronta de que esto lo construimos entre todes, lo mejoramos entre todes y es de todes el espacio.
Para llevar tranquilidad a quienes traen a sus hijos a Mundo Nuevo, el colegio no está en peligro de cierre. Simplemente es la campaña para tener su edificio propio.
Melina: La idea de poder también consolidarnos, pensar que este proyecto puede durar muy a largo plazo, seguir en el espacio que habitamos en Villa Crespo, donde también tenemos un montón de vínculos con la comunidad. Que esta posibilidad de que el espacio sea nuestro nos permite crecer, pensar en la secundaria que siempre quisimos hacer, incluso a nivel terciario. Desde acá queremos aportar un montón de saberes al sistema educativo en su conjunto. Quienes laburamos acá nos formamos mucho como docentes y tenemos un montón de ganas de poder compartir eso con más personas. Para eso necesitamos que el edificio sea nuestro para poder construir, crecer, seguir albergando todas estas ideas que surgen en el día a día.
¿Necesitan algún tipo de ayuda por fuera de lo económico? ¿Algún tipo de profesional?
Sebastián: Siempre las ayudas son bienvenidas. La idea siempre es crecer y esto es ir amplificándolo. Si esto permite amplificar la propuesta, que se replique en otros lugares. O como decía Meli, que pueda venir más gente a compartir las preguntas que tenemos y nos hacemos sobre la educación y que eso pueda seguir creciendo, siempre está bienvenido. Después, como cooperativa, la idea es siempre poder brindarnos una mejor calidad de vida y sumar eso a nuestro rol como laburantes.