El rol de la iglesia durante la última dictadura militar será puesto en foco en los próximos meses a medida que el Vaticano comience a "liberar" documentos clasificados que guarda en sus archivos. Pero hoy se conoció un adelanto, al revelarse en el Vatican Insider (publicación especializada del diario italiano La Stampa) una carta que Pio Laghi, nuncio apostólico en Argentina entre 1974 y 1980 le remitió al entonces secretario de Estado vaticano, Jean Villot, en 1976.
Pío Laghi junto a Jorge Rafael Videla y Eduardo Galtieri.
Allí, Laghi relata el contenido de una reunión que mantuvo con el general Albano Harguindeguy, ministro del Interior del régimen de Jorge Rafael Videla. "El principal argumento afrontado fue el del estado de los detenidos políticos, el secuestro y la eliminación de personas al margen de la ley, y la violación de fundamentales derechos humanos", expresa la carta.
Según continúa el documento, consultado por el nuncio acerca del asesinato de cinco religiosos de la orden de los Palotinos, perpetrado por un grupo de tareas el 4 de julio de 1976, Harguindeguy "aseguró que la investigación para identificar a los autores prosigue; añadió que el lamentable hecho ha producido un daño moral incalculable al país (...) y ha dado la orden al alto Comando de la Policía para hacer cualquier esfuerzo para aclarar el hecho".
Laghi, quien también fue nuncio apostólico en Estados Unidos, murió en el 2009.
Finalmente, en la carta Laghi expresa que le manifestó al militar su angustia "sobre los actos de violencia de los 'escuadrones' de derecha y sobre los métodos inadmisibles de lucha contra la subversión" y que el Ministro señaló que era "necesario desarmar a todos los grupos que actúan fuera de la ley del Estado".