por Natalia Torres
27 Abril de 2020 12:56Según datos de la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR), usualmente el 30% del consumo total de vinos en nuestro país se da en espacios de "botella abierta", es decir restaurantes y bares. Así, no sorprende que el aislamiento obligatorio impuesto por la pandemia del coronavirus haya golpeado duramente a la industria del vino.
Las estimaciones para abril arrojan que ese segmento del consumo caería virtualmente a cero, a lo cual se le sumaría un descenso de aproximadamente el 5% en la venta en los canales tradicionales como supermercados, almacenes y autoservicios.
Produciendo sin vender
Las bodegas tienen una corta ventaja en relación a otras industrias: están exentas de la restricción laboral por formar parte de la industria alimenticia, por lo cual sus trabajadores pueden continuar cumpliendo tareas acatando medidas de higiene y protección.Esa contingencia, sumada a particularidades climáticas, logró que en Mendoza el crítico proceso de la vendimia se realizara casi sin alteraciones. "Tuvimos un año con menor cantidad de uva en distintas regiones, sumado a una ola de calor atípica -temperaturas máximas y mínimas por encima de la media- en los meses de febrero y principios de marzo. Eso hizo que la madurez de la uva se adelantara en el Valle de Uco, lo cual permitió comenzar antes la vendimia y finalizarla en los 15 días posteriores al inicio de la cuarentena", le explica a BigBang el enólogo Pablo Navarrete, de Bodega Vinos de la Luz.
Sin embargo, lo cierto es que la salida para el stock de vinos acumulados se redujo drásticamente. Martín Pérez Cambet, director comercial de Casarena Bodega y Viñedos, y Mythic Estate Wines, estima que "hablando de manera global, vamos hacia una pérdida del 35 al 40% de las ventas"."Así, vamos a enfrentar un 2021 con un 40% más de vino para vender, con lo cual hay que ver también en qué punto del año que viene habrá libertades suficientes para salir y consumir", agrega.
En ese sentido, Navarrete estima que las pérdidas podrían recuperarse "a mediano o largo plazo, suponiendo una reactivación del consumo a partir del último trimestre del año 2020 o a partir del primer semestre del 2021".
Para Pérez Cambet, así, se vuelve urgente la necesidad de permitir la apertura de las vinotecas para reactivar las ventas. "No dejan de estar vendiendo alimentos que están en el Código Alimentario Argentino, con lo cual eso estaría permitido", advierte.Laa industria del vino también reclama medidas más amplias, tanto de parte del gobierno nacional como de los provinciales. En este punto, tanto Pérez Cambet como Navarrete aportan una serie de sugerencias, como suspender las retenciones, incentivar las exportaciones, ofrecer créditos con tasas blandas para la reactivación del sector primario, y reactivar el sector de enoturismo.
¿Crece el comercio online de Vinos Argentinos?
Con el confinamiento aún sin fecha clara de finalización -y con restaurantes y bares muy probablemente sufriendo restricciones en la cantidad de público luego de la reapertura- es inevitable pensar en futuros cambios en el patrón de consumo de vinos en Argentina.
"En la mayoría de los países del mundo incluyendo el nuestro, la venta online se ha comenzado a disparar", señala al respecto Matías Prezioso, presidente de la Asociación Argentina de Sommeliers. "Podemos decir que, probablemente una tendencia de consumo que se aproxima puede ser la de compra de vinos argentinos a través de plataformas digitales. Ya era una tendencia mundial, pero en la Argentina no estaba pasando tanto. A raíz de esta cuarentena y de esta situación general, pienso que esa modalidad se va a incrementar".
La alternativa del e-commerce, por ahora, es de implementación despareja. De acuerdo a Prezioso, "hay gente que ya lo venía haciendo y lo pudo capitalizar, y gente que se apuró en hacerlo para tratar de paliar sus caídas en las ventas. Eso a su vez generó la presencia de agentes de venta con precios y descuentos muy agresivos que pueden traer un rédito económico en el corto plazo pero en el largo plazo tal vez va a debilitar la imagen de marca".
De todas formas, la rueda sólo parece no tener freno. Javier Menajovsky, fundador de la plataforma online de venta mayorista de vinos y espirituosas BottleHub, ilustra el avance del comercio digital en el sector con una simple analogía: "entre los especialistas digitales se habla de que estas últimas cuatro semanas equivalen a cuatro años en términos de e-commerce, por todo el avance que se produjo en la cabeza del consumidor, muchos de los cuales no volverán a comprar como lo hacían antes".
"En las próximas semanas veremos la aparición de muchos nuevos jugadores al respecto, tanto de bodegas que necesitan recuperar su acceso al mercado y las ventas perdidas, como vinotecas que buscan llegar a un consumidor que ya no los visita, como nuevos formatos y modelos de negocio que buscan explotar esta oportunidad", asegura. "Dentro de lo malo que ocurre por estos días, este cambio de hábitos es muy positivo para el sector, cuyos planes digitales madurarán con fuerza a partir de ahora acelerando la transformación de una industria que hasta ahora venía muy rezagada al respecto".Con ese objetivo en mente y buscando también un enfoque solidario, Menajovsky puso en funcionamiento semanas atrás junto a Andrés Rosberg -presidente de la International Sommelier Association- la web VinoATuPuerta.org, que concentra y difunde las iniciativas de venta directa y delivery de vinos que ofrecen vinotecas y productores.