Un informe de la Defensa Pública de Casación Provincial reveló que hubo más de 600 casos de torturas en comisarías y cárceles bonaerenses durante 2016. Sólo 340 fueron denunciados y en otros 333 se solicitó “reserva a fin de evitar represalias de agentes penitenciarios y efectivos de la Policía”.
Un informe de la Defensoría Pública dependiente de la Cámara de Casación bonaerense detalla casos de torturas y trato inhumano, agravamiento de las condiciones de detención y hasta causas “fraguadas” o con “pruebas falsas”. Si se analizan todos esos indicadores, la cifra trepa a 814 casos. Entre el 1 de enero y el 31 de diciembre del año pasado hubo 673 hechos de tortura, algo así como un promedio de dos torturas por día.
Del total de los casos de tortura, 333 solicitaron a sus abogados defensores mantener en absoluta reserva lo ocurrido. El temor a represalias por parte de los efectivos bonaerenses y del Servicio Penitenciario es tan alto que en casi la mitad de los casos los detenidos prefieren no denunciar las torturas.
El informe muestra los rostros de la violencia institucional hacia detenidos en cárceles y comisarías.
El informe fue elaborado por la Defensa Pública de Casación, a cargo de Mario Coriolano. En 327 casos las víctimas denunciaron haber sufrido torturas o tratos inhumanos por parte de la Policía Bonaerense. En otros 331, apuntan hacia personal del Servicio Penitenciario Federal. En otros 15 hechos apuntan a efectivos de Gendarmería, Policía Federal, Prefectura, entre otros.
LOS CASOS
Un dato alarmante está vinculado con las víctimas de los abusos institucionales. Según el informe, se trata de personas “en situación de mayor vulnerabilidad”. Hay 15 casos de violencia hacia mujeres; y 133 hacia menores de 18 años, que en muchos casos, según denuncian los abogados defensores oficiales, son alojados en comisarías, a pesar de que está prohibido por la ley. En el caso de los menores, más de la mitad de los casos se relevaron en La Matanza.
De hecho, en el 78 por ciento de los casos (104 de 133), los menores solicitaron a su abogado defensor que no formularan al denuncia por “torturas y tratos inhumanos padecidos”. Llamativamente, meses atrás el jefe de la Policía Bonaerense aseguró que en las comisarías de la Provincia "no hay torturas".
Agresiones y golpes, puertas adentro de las comisarías y cárceles bonaerenses.
Por otra parte, se registraron 331 casos de “violencia penitenciaria” durante 2016, que incluye varias modalidades: golpes de puño y patadas, asfixias, quemaduras y aislamientos excesivos. Respecto a la atención médica, se registraron 291 casos de falta o inadecuada atención. En esta línea, también denunciaron el “alto grado de deterioro e insalubridad de las instalaciones penitenciarias y policiales”.
El informe de la Defensa Pública se lleva a cabo desde hace 17 años. En este tiempo, se relevaron 11.754 casos de tortura, una cifra más que alta. De hecho, en este último informe se exige que el Estado provincial avance en una serie de “medidas concretas”, como la creación del Mecanismo de prevención de torturas y de una policía judicial, así como garantizar la Salud penitenciaria por medio del Ministerio de Salud.
UN INFORME CON DUROS TESTIMONIOS
Detrás de cada tortura hay una historia. El informe de Defensa Pública incluye los duros testimonios de la violencia institucional. Bajo el anonimato, se describen y relatan muchas de las situaciones que atraviesan detenidos en las cárceles y comisarías de la provincia de Buenos Aires. Aunque la mayoría de los casos obedece a agresiones por parte de efectivos penitenciarios y policiales, hay casos aislados de violencia entre los propios internos.
El informe habla de duros castigos a los reclusos en cárceles y comisarías de Buenos Aires.
Uno de los testimonios más llamativos del informe es este:
“Le denunció al Jefe del Penal que un guardia cárcel vendía droga dentro del penal, y que un detenido se dedicaba desde hacía 3 años a robar las pertenencias al resto de los detenidos, y el Jefe del Penal le dijo que no podía hacer nada. Sobre quien robaba pertenencias (zapatillas, camisetas, conjuntos deportivos, celulares, frazadas), el Jefe (X) le dijo que "no puedo hacer nada porque él [detenido] le regala conjuntos y camisetas a los Jefes".
En otro testimonio se apunta directamente hacia los propios policías bonaerenses:
“Se encontraba transitando en motocicleta por calle Dean Funes cuando personal policial le atravesó el móvil y para esquivarlo se cae al suelo y lo golpean esposado con patadas y golpes de puño. Que le decían "no te pegues solo". Lo dejaron esposado varias horas y luego le sacaron las esposas cortándolas con una amoladora, quemándole las muñecas”.
LOS CASOS, ANTE LA CIDH
Tiempo atrás, varias organizaciones, como el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) y la propia Defensoría Pública exigieron ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos por “la grave situación en los lugares de encierro” en la provincia de Buenos Aires.
Según señalaron, hay alrededor de 40 mil personas privadas de la libertad. “El nivel de sobrepoblación llega al 100 por ciento, si se toman en cuenta los detenidos en comisarías”. “En las 432 dependencias policiales hay 3.010 detenidos, de los cuales sólo 1.039 tienen camastro”.
En esta línea, aseguraron que “la grave situación en comisarías es un correlato de lo que sucede en las 54 cárceles de la Provincia”.