por Noa Liberman
07 Mayo de 2023 08:00Uno de cada tres niños sufre de acoso escolar. Estos datos fueron revelados este martes por Unicef, en el marco del día mundial contra el bullying. Esta problemática abarca no solo a menores de edad sino también a mayores. Sin embargo, en el último tiempo el número de víctimas incrementó. De todas formas, gracias a Ley 26.982 las instituciones estudiantiles tienen la obligación de generar un espacio sin discriminación y apto para todos.
“El objetivo de la Ley es orientar la educación hacia criterios que eviten la discriminación, fomenten la cultura de la paz y la ausencia de maltrato físico o psicológico” en la escuela e “impulsar estrategias y acciones que fortalezcan a las instituciones educativas y sus equipos docentes, para la prevención y abordaje de situaciones de violencia en las mismas”, indicó el Artículo 3. La Ley fue impulsada por Gabriela Lena, diputada de la Nación por el PRO, quién en el 2022 presentó un proyecto de ley que apuntó puntualmente a la prevención del acoso escolar o del bullying.
La diputada habló con BigBang y expresó: “Tenemos que tomar consciencia de que estas cosas existen y que no las podemos esconder y que hay que actuar ante estas situaciones y sobre todo tratar de prevenirlas. Me parece que no se aplica la ley del todo, siento que falta coordinar mejor algunos estamentos. Está faltando una regulación y coordinación urgente”. Además, Lena reveló que si bien la Ley se impulsó a raíz de las charlas que mantuvo con adolescentes de diversos colegios, hoy en día hay un nuevo factor que afecta a los jóvenes, y es la violencia en las redes sociales.
"La ley se impulsó a raíz de lo que veíamos que pasaban en cada una de las escuelas que visitábamos. En el conversar continuo con adolescentes y saber cuáles eran las patologías que tenían respecto a las cargadas famosas que recibían no solo en la escuela, sino también en otros lugares", explicó la diputada. No obstante, hizo hincapié en el peligro de las agresiones en las redes sociales, ya que esto es algo que esta naturalizado. De hecho, según un informe revelado por Unicef en el 2020, 3 de cada 10 personas han sido víctimas de bulliyng cibernetico.
En este sentido, Lena desarrolló: "Hoy hay otros condimentos para el acoso escolar, y la verdad que hoy con el sexting y todo lo que significa la divulgación de imágenes en las redes sociales, lo cual creo que es un elemento que en aquella época no estaba y hoy está mucho más vigente. Sobre esto tenemos que seguir trabajando. "Argentina está hoy en una situación de mucha violencia en general. Cuando hay problemas económicos, se agudizan los problemas de la violencia en la sociedad, y esto tiene una repercusión en las escuelas y también en los jóvenes respecto a las cargadas, gastadas, a las banditas y pelear unos con otros, a decirse cosas, y a menospreciarse. Hoy la verdad y lamentablemente estamos viviendo una sociedad muy violenta".
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Si bien la ley obliga a las instituciones educativas a vincularse con los alumnos y tener una comunicación fluida respecto al comportamiento que ejercen entre los compañeros, la problemática del acoso escolar marca a las víctimas de una manera puntual. Por esta razón, y más allá de los objetivos que la ley impone, hay una herramienta extra y fundamental para estas situaciones que es la psicología. Sol Buscio, psicóloga especialista en vínculos y ansiedad reveló la importancia de recurrir a terapia y de generar espacios de confianza con los menores, para que estos puedan sentirse menos avergonzados por las situaciones que atraviesan y contarlo libremente.
-¿Cómo se identifica y se acompaña a un menor víctima de bullying?
La verdad es que el acoso escolar, también conocido como bullying, es algo que se ve de manera muy habitual en el ámbito estudiantil y que impacta y hasta muchas veces pasa desapercibido por la falta de información en quien lo sufre. Pasa desapercibido porque generalmente no es algo que por parte del niño, pueda poner en palabras de manera directa. Es algo que podemos llegar a detectar en señales que se repitan en conductas o comportamientos en el menor. Generalmente tampoco lo ponen en palabras por miedo, vergüenza, por no querer decepcionar a los padres, por sentirse inferior, que es lo principal que les empieza a pasar.
Una de las señales más típicas y conocidas es cuando presentan resistencia a la hora de tener que ir a la escuela. Cuando por diferentes motivos empiezan a poner excusas para no ir reiteradamente. Otra señal a tener en cuenta es observar cómo vuelven de la escuela. Cuestiones físicas, golpes, moretones, etc. Otra de las cosas es que vuelvan con todas sus cosas no sanas, como las enviaron los padres de sus casas. Otra de las cosas es que los adultos empiecen a notar a los chicos más vacíos, más introvertidos, donde empiecen a presentar menor contacto visual, donde cuenten menos cómo están, cómo se sienten. Alteraciones a la hora de realizar alguna actividad extraescolar o cuando se van a dormir. También hay que tener en cuenta el comportamiento nocturno, ya que justamente la noche es lo que está más cerca del tener que ir a la escuela. Pueden empezar a dormir mal o no dormir como antes lo hacían. Esto también puede ser un indicador además de sentirlos más irritables. Estos solo son indicadores y tiene que haber una repetición de esta conducta para que sea por esta cuestión.
Primero buscar espacios de diálogo, de charla, encontrar los momentos en donde se le pueda transmitir al menor un espacio de confianza y seguro para que comunique que es lo que está pasando. Tratar de poder informar en cuanto a que hacer frente a ese tipo de situación, reforzarles su autoestima para que no se sientan avergonzados ni minimizados por la situación. De ninguna forma restarle valor o importancia a lo que cuentan. Necesitan ser escuchados y que sea escuchado con intención de ayuda de parte de los adultos y sentirse en un espacio seguro.
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Ni hablar como padres o adultos responsables, que es necesario estar en contacto y con comunicación con el espacio académico. En cuanto a las autoridades de la institución y a los docentes para alertar de esta situación e informarles lo que está pasando. Algo que es muy importante es que los padres puedan hablar de sus emociones para así habilitarlos a los niños para que puedan compartir por su lado.-¿Por qué crees que cada vez hay más víctimas de bullying en Argentina y cómo la familia y las autoridades de una institución deben actuar con una víctima de bulliyng?
Creo que faltan campañas, falta información, falta que se hable de una problemática que pasó, pasa y sigue pasando y por falta de información muchas veces se justifican o se excusan situaciones que deben escucharse, deben escucharse con la importancia de lo que implica y de cómo puede impactar esto en la vida de menor. Ya que esto puede repercutir en la vida adulta si el menor no es atendido de la manera que corresponde. Siempre es importante que tanto las familias como las autoridades de las instituciones charlen en conjunto, porque así como hay una víctima, puede haber dos, tres o más y quizás no se sabe. Entonces, si hay una comunicación con la institución y los adultos responsables habilita a que se puedan tomar cartas en el asunto y así poder actuar de la manera correspondiente para que esto no se repita y no haya más víctimas de bullying no solo en esa aula.